Análisis de los materiales principales de los suelos deportivos de madera

Al seleccionar materiales para suelos deportivos, la madera determina directamente la experiencia de juego y la durabilidad. Los tres tipos de madera más utilizados en el mercado son el arce, el roble y el pino.

Estas tres maderas difieren significativamente en indicadores clave de rendimiento como dureza, elasticidad y estabilidad, y cada una es adecuada para diferentes deportes.

El arce, el «material de oro» para suelos deportivos de competición internacional, se divide en dos categorías: arce duro y arce blando. Con una densidad de secado al aire de 0,68-0,75 g/cm³, se consigue una gran dureza y un grano fino. Tras el lijado, el arce duro crea una superficie excepcionalmente lisa, que muestra claramente los arañazos y facilita un mantenimiento oportuno. Su mayor ventaja es su tasa de recuperación elástica superior al 90%, que absorbe eficazmente el impacto cuando los atletas saltan y aterrizan, reduciendo el riesgo de lesiones articulares. Por ello, ha sido designado como material especializado por ligas profesionales de baloncesto como la NBA y la CBA. Sin embargo, el arce es sensible a la humedad y puede deformarse si las fluctuaciones de humedad superan el 5%, lo que requiere una barrera de humedad especializada y un sistema de ventilación. El roble ofrece una opción rentable, con una densidad de secado al aire de 0,74-0,82 g/cm³. Es ligeramente más duro que el arce duro y ofrece mayor resistencia al desgaste, lo que lo hace adecuado para campus con mucho tráfico e instalaciones de entrenamiento amateur. Su veta natural en forma de montaña y su color tenue no requieren un teñido intensivo para mantener su aspecto natural, y sus costes de mantenimiento son aproximadamente un 30% inferiores a los del arce. Sin embargo, el roble es ligeramente menos resistente, con una tasa de absorción de impactos de aproximadamente el 80%, lo que lo hace más adecuado para deportes que requieren menos impacto, como el bádminton y el tenis de mesa.

El pino es un material económico, con una densidad de secado al aire de tan solo 0,45-0,55 g/cm³ y una textura más suave, que cuesta menos de la mitad que el arce. Sus ventajas incluyen una veta suelta, buena permeabilidad al aire y resistencia a la deformación por fluctuaciones de humedad, lo que lo hace adecuado para espacios no profesionales en regiones húmedas del sur. Sin embargo, el pino tiene poca resistencia al desgaste, ya que suele durar solo de 5 a 8 años, y su superficie se raya con facilidad, lo que lo hace más adecuado para entornos de ejercicio ligero, como estudios de danza y yoga.

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