A la hora de elegir el espesor de la tarima de madera deportiva, además de tener en cuenta las necesidades del propio evento deportivo, también hay que tener en cuenta los siguientes factores:
1. Propósito del sitio y frecuencia de uso
lugar de usos múltiples
Si la sala de baloncesto es un recinto deportivo multifuncional, además de partidos y entrenamientos de baloncesto, también se utilizará para la celebración de otras actividades deportivas (como bádminton, voleibol, actividades de danza, etc.) o no deportivas (como (como representaciones teatrales, exposiciones, etc.), entonces es necesario elegir un suelo de madera de espesor moderado. En términos generales, los suelos de madera con un espesor de alrededor de 22-25 mm pueden proporcionar un rendimiento relativamente equilibrado en una variedad de escenarios deportivos. Por ejemplo, un piso de madera con este grosor tiene cierto grado de elasticidad y estabilidad en el baloncesto, también puede proporcionar una altura de rebote adecuada para la pelota en el bádminton y también puede brindar a los bailarines suficiente apoyo cuando realizan actividades de baile.
Para espacios polivalentes con mayor uso, los suelos de madera más gruesos (por ejemplo, de 25 mm o más) pueden ser más duraderos. Debido a que la actividad frecuente provoca más desgaste e impacto en el piso, los pisos de madera gruesa son más capaces de soportar estas tensiones, lo que reduce el riesgo de deformación y daños.
Local profesional de uso único
Si se trata de un lugar de competencia de baloncesto profesional, la frecuencia de uso se concentra principalmente en eventos y entrenamientos de baloncesto, y los requisitos de rendimiento del baloncesto son extremadamente altos (como NBA, CBA y otros lugares de competencia profesional), puede considerar elegir un lugar de competencia de madera. suelo con un espesor superior a 25 mm. Este grosor puede satisfacer mejor los requisitos del baloncesto en cuanto a elasticidad, estabilidad y rebote de la pelota, brindando a los atletas profesionales la mejor experiencia deportiva.
Para algunas canchas de entrenamiento de baloncesto profesionales pequeñas y de uso menos frecuente, los suelos de madera con un espesor de 20 a 22 mm pueden ser una opción asequible. Aunque su rendimiento puede no ser tan bueno como el de los suelos de madera más gruesos, también puede satisfacer las necesidades básicas de entornos de entrenamiento para eventos de alto nivel.
2. Factores ambientales del lugar
Planitud del terreno y condiciones de la base.
Si el nivel del suelo del lugar es pobre, o la capacidad de carga de la capa base (como el piso de cemento) es limitada, los pisos de madera más gruesos (como 25 mm y más) pueden ser más adecuados. La resistencia estructural del piso de madera grueso en sí puede compensar los desniveles del terreno hasta cierto punto y puede dispersar mejor la presión del movimiento de la capa superior y reducir la deformación del piso causada por problemas de la capa base. Por ejemplo, en algunas salas de baloncesto rehabilitadas a partir de edificios antiguos, el suelo puede tener cierto grado de asentamiento o desnivel. Los suelos de madera gruesa pueden ajustarse y adaptarse a esta situación a través de su estructura de quilla y paneles más gruesos.
Por el contrario, si el nivel del suelo del lugar es bueno y las condiciones de la base son superiores, bajo la premisa de cumplir con los requisitos de rendimiento deportivo, se puede seleccionar un piso de madera relativamente delgado para reducir costos.
Cambios de humedad y temperatura.
Los suelos de madera gruesos (por ejemplo, de 25 mm y más) suelen ser ventajosos en zonas con grandes variaciones de humedad y temperatura. Debido a que la madera más gruesa es relativamente más tolerante a los cambios de humedad y temperatura, puede reducir la expansión, contracción y deformación de la madera causadas por factores ambientales. Por ejemplo, durante la temporada de lluvias en el sur o el invierno en el norte, cuando la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior es grande, los pisos de madera gruesos tienen mejor estabilidad dimensional y pueden mantener su rendimiento y apariencia originales.
Sin embargo, mediante sistemas razonables de ventilación del lugar y medidas de control de la humedad, se puede mitigar hasta cierto punto el impacto de la humedad y la temperatura en los suelos de madera. En este caso, para algunos locales con mejor control ambiental, también se puede considerar elegir suelos de madera con espesor moderado.
3. Restricciones presupuestarias
Costo y relación calidad-precio
En general, cuanto más grueso sea el parquet deportivo, mayor será el precio. Los pisos de madera más gruesos (por ejemplo, de 25 mm y más) también cuestan más, ya que utilizan más material de madera y pueden ser más complejos en los procesos de producción y el diseño estructural. Cuando el presupuesto es limitado, es necesario considerar un equilibrio entre el espesor, el rendimiento y el precio del suelo de madera. Por ejemplo, un piso de madera con un espesor de 20-22 mm puede ser relativamente más atractivo en términos de precio y también puede satisfacer las necesidades básicas de algunas competiciones no importantes y lugares de entrenamiento en general, y tiene un alto costo.
Además del precio del suelo de madera en sí, también hay que considerar los costes de instalación. La instalación de pisos de madera gruesa puede requerir un proceso más complejo y más mano de obra, lo que también aumentará el costo total. Por tanto, a la hora de elegir el espesor se debe tener en cuenta el coste de instalación para determinar la solución más económica y razonable.
Costos de inversión y mantenimiento a largo plazo
Desde la perspectiva de la inversión a largo plazo, aunque la inversión inicial de los pisos de madera gruesa es mayor, debido a que es más duradero y tiene un rendimiento más estable, puede requerir relativamente menos mantenimiento y reemplazo durante su vida útil. Por ejemplo, bajo uso y mantenimiento normales, un piso de madera con un espesor superior a 25 mm puede tener una vida útil de 15 a 20 años (la vida útil específica varía según el tipo de madera, el entorno de uso y otros factores), y su el rendimiento disminuirá durante este período.
Los pisos de madera más delgados pueden requerir mantenimiento o reemplazo en un período de tiempo más corto (como 5 a 10 años), como volver a lijar, reemplazar tablas parcialmente dañadas, etc., lo que también aumentará los costos a largo plazo. Por lo tanto, a la hora de tomar decisiones presupuestarias se deben considerar de forma exhaustiva factores como la inversión inicial, los costes de mantenimiento a largo plazo y la vida útil de los suelos de madera.