El espesor de los suelos de madera deportivos tiene muchos efectos específicos en el baloncesto:
1. Elasticidad y absorción de impactos.
Suelo de madera grueso (más de 22 mm)
Para partidos de baloncesto profesionales o entrenamientos de alta intensidad, los suelos de madera deportivos más gruesos (como los de 25 mm y más) proporcionan una excelente resistencia. Cuando los jugadores aterrizan después del despegue, los gruesos suelos de madera pueden amortiguar mejor el impacto y reducir la presión sobre articulaciones como las rodillas, los tobillos y la columna. Es como un resorte de alta calidad que puede dispersar y absorber eficazmente la enorme fuerza generada cuando el jugador aterriza. Por ejemplo, en las sedes de competición de la NBA, los suelos de madera más gruesos pueden reducir el riesgo de lesiones durante los frecuentes despegues de los jugadores, las paradas de emergencia y los cambios rápidos de dirección, porque pueden reducir la fuerza del impacto entre un 30% y un 40% (específico). Los valores varían dependiendo de factores como el material y la estructura del suelo de madera).
La elasticidad de los suelos de madera gruesos también puede afectar hasta cierto punto el rendimiento del rebote del baloncesto. La altura del rebote y la velocidad de una pelota de baloncesto después de tocar el suelo están más en línea con las leyes mecánicas del baloncesto, lo que permite a los jugadores predecir mejor la trayectoria del rebote de la pelota, lo que es beneficioso para mejorar la fluidez del juego y el rendimiento técnico de los jugadores.
Suelos de madera finos (menos de 20 mm)
Los suelos de madera deportivos finos tienen una elasticidad relativamente débil. Tiene una capacidad limitada para amortiguar el impacto cuando un jugador aterriza. Esto puede hacer que los jugadores sientan fatiga más fácilmente durante el ejercicio, especialmente después de entrenamientos o juegos largos, y las articulaciones pueden sufrir dolor y otros síntomas incómodos debido a un mayor impacto.
Cuando se trata de pelotas de baloncesto que rebotan, es posible que los pisos de madera delgados no proporcionen un rebote tan preciso como los pisos de madera más gruesos. La altura del rebote de una pelota de baloncesto puede ser baja o la dirección del rebote puede no ser lo suficientemente regular, lo que puede interferir con los movimientos técnicos de los jugadores, como el control del balón y los pases, y afectar la calidad de los juegos y el entrenamiento.
2. Estabilidad y agarre
piso de madera gruesa
Las estructuras de pisos de madera más gruesas son generalmente más estables. En el baloncesto, los jugadores suelen hacer paradas repentinas, arranques rápidos y grandes cambios de dirección. Los pisos de madera gruesos pueden brindar a los jugadores un soporte sólido, lo que les permite sentirse más estables al realizar estas acciones y reducir el riesgo de resbalones. Por ejemplo, cuando un jugador se detiene repentinamente mientras corre a alta velocidad, el grueso piso de madera puede garantizar que los pies del jugador puedan agarrarse firmemente al suelo, y la fricción entre la suela y el piso puede evitar efectivamente que el jugador se resbale.
Esta estabilidad también ayuda a los jugadores a desarrollar una mayor potencia al saltar. Cuando los jugadores salen para capturar rebotes o disparar, pueden utilizar el soporte estable del suelo para transferir de forma más eficaz la fuerza desde las piernas a todo el cuerpo, mejorando así la altura y la precisión del salto.
suelo de madera fino
Los suelos de madera finos pueden ser un poco menos estables en lo que respecta a la estabilidad. Cuando los jugadores realizan movimientos de alta intensidad, el delgado piso de madera puede temblar o deformarse ligeramente, afectando el equilibrio del jugador. En términos de agarre, es posible que los suelos de madera finos no proporcionen suficiente fricción debido a su estructura relativamente delgada. Esto hará que los pies del jugador se deslicen fácilmente por el suelo cuando se mueve rápidamente, aumentando la probabilidad de lesión y tampoco favorece los movimientos técnicos del jugador.
3. Efectos acústicos
piso de madera gruesa
Los suelos de madera deportivos más gruesos tienen mejores efectos de absorción y aislamiento del sonido generado por el baloncesto. En los partidos de baloncesto, ruidos como las pisadas de los jugadores y el impacto de las pelotas de baloncesto son inevitables. Los suelos de madera gruesos pueden reducir el reflejo y la transmisión de estos sonidos, reduciendo el eco y la interferencia de ruido en el lugar. Por ejemplo, en un gran estadio de baloncesto, un suelo de madera con un espesor de 25 mm o más puede reducir el ruido en el estadio entre 10 y 15 decibeles (el valor específico varía según el entorno acústico del estadio y otros factores). creando un ambiente relativamente tranquilo para la audiencia y los jugadores.
Los suelos de madera gruesos también pueden mejorar la calidad acústica del lugar hasta cierto punto, haciendo que el sonido suene más suave y pleno. Cuando la pelota de baloncesto golpea el suelo o los pasos del jugador resuenan en el grueso suelo de madera, el timbre y la calidad del sonido se optimizarán para mejorar toda la experiencia de visualización del baloncesto.
Piso de madera delgada
Los suelos de madera finos tienen capacidades de aislamiento y absorción del sonido relativamente débiles. Es más probable que el sonido producido por el baloncesto se refleje en los finos suelos de madera, lo que genera mayores ecos en el recinto. Esto no solo interferirá con la comunicación entre los jugadores y el progreso normal del juego, sino que también afectará la experiencia visual de la audiencia, haciendo que la audiencia se sienta ruidosa e incómoda.