Como instalación importante en recintos deportivos, la vida útil de los suelos de madera deportivos se ve afectada por numerosos factores. Comprender estos factores ayudará a tomar medidas específicas para prolongar su vida útil.
El primero es la calidad del material. La madera de alta calidad ha sido cuidadosamente seleccionada y procesada, y posee propiedades físicas estables. Por ejemplo, si la madera de arce está impecable y tiene un contenido de humedad que cumple con los estándares de selección de materiales, la durabilidad de los suelos de madera deportivos estará más garantizada. Por el contrario, la madera de mala calidad puede presentar riesgos ocultos, como grietas y picaduras de insectos en su interior, que pueden causar deformaciones y grietas durante el uso, acortando considerablemente su vida útil.
El proceso de instalación tiene un impacto significativo en la vida útil de los suelos de madera deportivos. Los equipos de instalación profesionales seguirán estrictamente los procedimientos estándar, desde el tratamiento de la base hasta la instalación y fijación del suelo, y cada paso será preciso y correcto. Por ejemplo, reservar las juntas de dilatación adecuadas permite que el suelo tenga suficiente espacio para expandirse y contraerse cuando la temperatura y la humedad fluctúen, evitando así la deformación por concentración de tensiones. Una instalación estable de la quilla y una unión firme del suelo pueden reducir problemas como el aflojamiento y el ruido, prolongando así su vida útil. Si el proceso de instalación no está estandarizado, como un terreno irregular o desnivelado, o si las quillas de madera están sueltas, pueden aparecer diversas afecciones en el suelo poco después de su uso.
El uso y el mantenimiento diarios también son cruciales. Las instalaciones deportivas se utilizan con frecuencia. Si los atletas se detienen y giran con frecuencia en la pista, las suelas de sus zapatos rozan con fuerza y el equipo deportivo se arrastra, el desgaste de la superficie del suelo se acelerará. La limpieza y el mantenimiento regulares, y la reparación oportuna de arañazos pueden ralentizar eficazmente el desgaste. Al mismo tiempo, controlar la temperatura y la humedad del recinto para evitar que el suelo se hinche por la humedad o se contraiga por la sequedad también puede prolongar su vida útil. Por ejemplo, mantener la humedad del recinto entre el 35 % y el 55 % puede reducir la deformación y el agrietamiento causados por problemas de humedad.