Rendimiento ambiental de los suelos deportivos de madera

Con la creciente popularidad de los conceptos de construcción ecológica, el rendimiento ambiental de los suelos deportivos de madera se ha convertido en un factor clave en la construcción de recintos

Los suelos deportivos de madera de alta calidad deben cumplir con las normas ambientales durante todo el proceso, desde la selección de materiales hasta la producción y la instalación, para proteger la salud de los atletas y minimizar el impacto ambiental.

Los suelos deportivos de madera respetuosos con el medio ambiente priorizan el uso de madera de origen sostenible. Los suelos de madera maciza deben contar con la certificación FSC (Forest Stewardship Council), proceder de bosques legales y que cumplen con las normativas, y cosecharse dentro de su capacidad regenerativa para evitar la tala excesiva y el daño ecológico. Por ejemplo, maderas comunes como el arce y el roble deben contar con la certificación FSC para garantizar su trazabilidad. En el caso de los suelos laminados, la capa central debe utilizar madera contrachapada ecológica de grado E0 con un nivel de emisión de formaldehído ≤0,05 mg/m³, muy por debajo del estándar nacional (grado E1 ≤0,124 mg/m³). Esto evita la liberación de sustancias nocivas con el tiempo que podrían afectar la calidad del aire interior.

El rendimiento ambiental del proceso de producción también es crucial. El secado de la madera debe realizarse a baja temperatura y de secado lento, en lugar del tradicional secado a alta temperatura. Esto permite un control preciso del contenido de humedad (8-12%), reduce el agrietamiento de la madera y el consumo de energía. La pintura de la superficie debe ser a base de agua, ecológica y libre de sustancias nocivas como benceno, tolueno y metales pesados, con un contenido de COV (compuestos orgánicos volátiles) ≤100 g/L, cumpliendo con la norma nacional sobre «Límites de Sustancias Peligrosas en Materiales de Decoración y Renovación de Interiores y Muebles de Madera». La película de pintura que se forma tras el secado con pintura a base de agua no solo es ecológica y no tóxica, sino que también presenta una excelente resistencia al desgaste y propiedades antideslizantes, logrando un equilibrio entre el rendimiento ambiental y el rendimiento.

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