Estudio de baile con suelo de madera deportivo.

Los requisitos de los suelos deportivos para estudios de danza difieren significativamente de los de los suelos para recintos deportivos convencionales. Los requisitos fundamentales son equilibrar la amortiguación elástica con la estabilidad para proteger los tobillos, las rodillas y otras articulaciones de los bailarines, a la vez que se cumplen los estrictos requisitos de planitud para movimientos como caminar de puntillas, saltar y girar. Por lo tanto, se requiere una optimización específica en la selección de materiales y el diseño de rendimiento.

El arce y el fresno de Manchuria son los preferidos para los suelos de estudios de danza. El arce, con su excelente tasa de recuperación elástica (superior al 90%), absorbe rápidamente el impacto al aterrizar y saltar, minimizando el daño articular. Su fina textura de madera y la gran suavidad de su superficie lo hacen adecuado para estilos de danza como el ballet y la danza moderna, que requieren un suelo liso. El fresno de Manchuria, con su gran tenacidad y excelente resistencia a la flexión, puede soportar la presión localizada causada por los frecuentes movimientos de giro y de puntillas. Su hermosa veta natural realza la calidad visual del estudio de danza y es especialmente adecuado para entornos de danza que priorizan la atmósfera escénica, como la danza folclórica y el jazz. Además, evite usar roble, que es demasiado duro, para evitar una tensión excesiva en las articulaciones de los bailarines debido a su falta de elasticidad. En cuanto al diseño para espectáculos, los parámetros clave de los suelos de madera para estudios de danza requieren un control preciso. En primer lugar, el módulo de elasticidad. Las normas nacionales exigen una deformación por carga estática de 2,0-5,0 mm y una deformación por carga dinámica de al menos 1,5 mm. Este requisito se cumple mediante el uso de una base de caucho de alta densidad de 12-15 mm de espesor. En segundo lugar, el coeficiente de fricción debe controlarse entre 0,5 y 0,6. Un valor demasiado alto puede dificultar las rotaciones de los bailarines, mientras que un valor demasiado bajo puede provocar deslizamientos. Esto se consigue normalmente añadiendo partículas antideslizantes especializadas al recubrimiento de pintura UV. Por último, la planitud debe mantenerse dentro de una diferencia de altura de 2 mm en un radio de 2 metros para evitar que los bailarines pierdan el equilibrio por las ondulaciones del suelo durante movimientos rápidos. En cuanto a las especificaciones, los suelos de madera para estudios de danza suelen tener un grosor de panel de 20-22 mm, superior al de los suelos convencionales para canchas de baloncesto (18 mm), para mejorar la capacidad de carga y la elasticidad. Se utilizan tablas más estrechas, de 120-150 mm, para minimizar la deformación causada por la expansión y contracción térmica, mejorando así la estabilidad general. Además, en estudios de danza grandes (de más de 200 metros cuadrados), se debe dejar una junta de dilatación de 5-8 mm al colocar el suelo y utilizar un proceso de empalme escalonado para evitar que el suelo se arquee debido a los cambios de temperatura y humedad ambientales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio