La deformación de los suelos deportivos de madera debido a la humedad es un problema común. Una reparación oportuna puede evitar que el problema empeore.
Si el suelo presenta una ligera deformación debido a la humedad, lo primero que debe hacer es determinar la causa, por ejemplo, si se debe a filtraciones de agua, humedad excesiva, etc. Si se debe a filtraciones locales, es necesario limpiar el agua acumulada de inmediato y reforzar la ventilación para reducir la humedad interior. En zonas húmedas, se pueden utilizar ventiladores o deshumidificadores para acelerar la evaporación del agua. Una vez seco el suelo, observe si la deformación se ha recuperado.
Si la deformación es más grave, como arqueamiento o deformación, es posible que sea necesario retirar el suelo dañado para su reparación. Primero, abra con cuidado el suelo deformado y compruebe si la quilla y la tabla rugosa también están dañadas por la humedad. Si la quilla y la tabla rugosa están intactas, el suelo deformado se puede colocar en un lugar bien ventilado para que se seque de forma natural y, una vez que esté plano, se puede volver a colocar. Si el suelo no se puede restaurar, se deberá reemplazar por uno nuevo.
Al reemplazar el suelo, asegúrese de que el material y las especificaciones del nuevo sean compatibles con el original para garantizar su estética y rendimiento. Al instalar un suelo nuevo, es necesario dejar juntas de dilatación para evitar deformaciones por la humedad. Asimismo, se puede colocar una membrana impermeable debajo del suelo para mejorar su resistencia.
Para evitar que los suelos deportivos de madera se humedezcan y deformen, mantenga la sala seca durante el uso diario, evite lavar el suelo directamente con agua y revise periódicamente las instalaciones de impermeabilización y los sistemas de ventilación del recinto para reducir el riesgo de humedad.