La vida útil de los suelos deportivos de madera no es fija, sino que se ve afectada por una combinación de factores.
El primero es la calidad del material. La base es la madera de alta calidad, como el arce, el roble y otras maderas duras. Si el material tiene alta densidad, textura uniforme y ausencia de defectos evidentes, será más resistente al desgaste, a la compresión y a la deformación, y su vida útil será naturalmente más larga. Por el contrario, si la madera es de mala calidad, es propensa a problemas como plagas y descomposición, lo que acorta considerablemente la vida útil del suelo. Al mismo tiempo, el diseño estructural del suelo también es crucial. Una estructura multicapa adecuada, desde la capa elástica amortiguadora hasta la capa de soporte y la capa de paneles, coopera estrechamente entre sí, lo que puede mejorar eficazmente el rendimiento general y la durabilidad del suelo.
El proceso de instalación tiene un gran impacto en la vida útil. Una instalación profesional y estandarizada, que incluye un tratamiento de base plano y seco, una instalación firme de las quillas con una separación adecuada, un empalme hermético de los paneles y la reserva de juntas de dilatación adecuadas, garantiza que el suelo reciba una tensión uniforme durante el uso y reduce la deformación, el aflojamiento y otros problemas. Una instalación incorrecta, como un terreno irregular que genere una tensión local excesiva en el suelo, o el aflojamiento causado por quillas sueltas, etc., acelerará su deterioro.
El uso y el mantenimiento diarios también son fundamentales. El uso frecuente y de alta intensidad, como en recintos de competición profesionales, donde los atletas se ejercitan en el suelo durante mucho tiempo y con mucha frecuencia, aumentará el desgaste del suelo. Un mantenimiento regular y correcto, como la limpieza oportuna de polvo y manchas, el encerado y el mantenimiento con la frecuencia prescrita, y evitar daños en el suelo, puede proteger eficazmente la superficie del suelo y prolongar su vida útil. Por el contrario, si no se presta atención al mantenimiento, la superficie del suelo se rayará, humedecerá y deformará con frecuencia, acortando inevitablemente su vida útil.