Limpieza diaria: Utilice una escoba suave o una aspiradora para limpiar el polvo y los residuos de la superficie del suelo todos los días. Evite rayar el suelo con objetos afilados para evitar el
desgaste de la superficie que afecta a las propiedades antideslizantes, de absorción acústica y otras. En caso de manchas, límpielas a tiempo con un paño limpio y húmedo para evitar que las manchas penetren en el interior del piso. Si las manchas son difíciles de eliminar, es necesario utilizar un limpiador específico para suelos deportivos y diluirlo según las instrucciones antes de limpiar. No utilice limpiadores ácidos o alcalinos fuertes para evitar la corrosión del suelo.
Inspección periódica: Verifique periódicamente el estado general del piso para detectar problemas como deformaciones, grietas y deformaciones. Preste especial atención a las juntas del piso. Si nota que las juntas se agrandan o se aflojan, repárelas a tiempo para evitar que el problema se amplíe y afecte el uso. Al mismo tiempo, verifique el rendimiento antideslizante del piso a través de una prueba de fricción simple, como colocar un objeto pequeño en el piso y observar su deslizamiento en un cierto ángulo de inclinación para determinar si el rendimiento antideslizante ha disminuido.
Evite daños ambientales: Los suelos deportivos son más sensibles a los factores ambientales. Evite exponer el piso a la luz solar durante mucho tiempo, ya que los rayos ultravioleta acelerarán el envejecimiento y la decoloración del piso, reduciendo su vida útil. En un ambiente húmedo, preste atención a la ventilación y deshumidificación para evitar que el piso se humedezca y se deforme. Especialmente suelos deportivos de madera maciza, que son propensos a agrietarse, arquearse y sufrir otros problemas cuando se exponen a la humedad. En el caso de recintos deportivos con calefacción por suelo radiante, la temperatura del mismo debe controlarse estrictamente para evitar que el suelo se seque y se agriete debido al exceso de temperatura.
Manejo de situaciones especiales: Si un objeto pesado cae sobre el piso deportivo y provoca una abolladura, para abolladuras menores, puede intentar aplicar una toalla caliente sobre la abolladura y utilizar el principio de expansión y contracción térmica para restaurarla a parte de su estado original; para abolladuras más graves, es posible que necesite que un profesional lo repare. Si el revestimiento de la superficie del piso está muy desgastado, lo que afecta la apariencia y el rendimiento, puede considerar volver a pintar o reemplazar el material de la superficie.