Con la creciente concienciación sobre la protección del medio ambiente, el rendimiento ambiental de los materiales para suelos deportivos de madera se ha convertido en un factor clave a la hora de adquirirlos.
El rendimiento ambiental debe integrarse en todo el proceso, desde el material base hasta el revestimiento. En cuanto al material base, tanto la lámina superior como el subsuelo de los suelos deportivos de madera de alta calidad deben ser de madera con certificación FSC, lo que garantiza que la madera se obtiene de acuerdo con los estándares de desarrollo sostenible y evita la tala ilegal. Además, el contrachapado utilizado para el subsuelo debe cumplir con la norma ambiental E0, con emisiones de formaldehído ≤ 0,05 mg/m³, significativamente inferior a la norma nacional E1 (≤ 0,124 mg/m³), lo que reduce la contaminación del aire interior.
El rendimiento ambiental del revestimiento es igualmente crucial. Los revestimientos tradicionales a base de aceite contienen altos niveles de compuestos orgánicos volátiles (COV), que no solo son penetrantes, sino que también suponen un riesgo para la salud de los deportistas. Actualmente, los suelos deportivos de madera convencionales utilizan un recubrimiento UV a base de agua con un contenido de COV ≤ 100 g/L, lo que cumple con los «Requisitos Técnicos para Productos de Etiquetado Ambiental – Suelos de Madera» (HJ 571-2010) nacionales. Además, el recubrimiento se seca rápidamente y es inodoro tras el curado, lo que permite una rápida puesta en servicio. Asimismo, algunos productos de alta gama también utilizan fórmulas ecológicas en materiales auxiliares, como capas y adhesivos resistentes a la humedad, como adhesivos sin formaldehído, para garantizar que el rendimiento ambiental de todo el sistema de suelos deportivos de madera cumpla con las normas y crear un ambiente interior saludable para atletas y espectadores.