Aunque tanto los suelos de madera deportivos como los suelos de madera estándar están hechos de madera, difieren fundamentalmente en diseño, rendimiento y propósito.
La diferencia en el diseño funcional radica en que los suelos de madera deportivos están diseñados específicamente para uso deportivo, priorizando la absorción de impactos, las propiedades antideslizantes y la elasticidad. Su estructura multicapa absorbe eficazmente los impactos y protege las articulaciones de los atletas. Los suelos de madera estándar, en cambio, se utilizan principalmente para decoración y uso diario, con menores exigencias de rendimiento deportivo y una estructura relativamente simple.
La selección de materiales también difiere. Los suelos de madera deportivos suelen estar hechos de maderas duras de alta dureza y buena elasticidad, como el arce y el roble, que pueden soportar el desgaste y el impacto de los deportes de alta intensidad. Los suelos de madera estándar pueden estar hechos de madera blanda o dura, priorizando la estética y la rentabilidad, con un rendimiento deportivo menos exigente.
Los estándares de instalación difieren. Los suelos de madera deportivos están sujetos a normativas estrictas, con requisitos específicos de planitud de la superficie, contenido de humedad, espaciamiento entre vigas y juntas de dilatación para garantizar el rendimiento deportivo. Los suelos de madera estándar son relativamente fáciles de instalar, priorizando la eficiencia y la estética.
Sus aplicaciones varían. Los suelos de madera deportivos se utilizan principalmente en recintos deportivos profesionales, como gimnasios, centros de fitness y estadios, mientras que los suelos de madera estándar se utilizan ampliamente en espacios cotidianos como hogares, oficinas y centros comerciales.