Los suelos de madera deportivos de alta calidad no se construyen con una sola pieza de madera.
Se componen de varios materiales, como una capa superficial, una base, una barrera antihumedad y una capa amortiguadora. Cada capa desempeña un papel fundamental en el rendimiento general. El material de la superficie, que entra en contacto directo con los atletas, requiere no solo tablones de madera noble de alta calidad, sino también tratamientos especiales, como una capa de pintura especializada para suelos de madera deportiva. Esta pintura debe ser altamente resistente al desgaste y a los arañazos, además de cumplir con un coeficiente antideslizante específico (normalmente entre 0,4 y 0,6) para evitar resbalones durante carreras rápidas y frenadas repentinas. La capa base, que actúa como «estructura de soporte» del suelo, suele estar construida con madera contrachapada maciza multicapa o tablero de fibra de alta densidad. La madera contrachapada maciza multicapa, construida entrelazando y prensando varias capas de madera, compensa eficazmente las tensiones internas, mejora la estabilidad y reduce la deformación. El tablero de fibra de alta densidad, con su densidad uniforme y alta resistencia, proporciona un soporte sólido a la capa superficial, garantizando una respuesta elástica durante el ejercicio. La capa impermeable, generalmente hecha de película de polietileno o papel impermeable a base de asfalto, se coloca debajo del material base para impedir eficazmente que la humedad del suelo penetre hacia arriba, evitando que la madera se enmohezca, se expanda y se deforme, prolongando así su vida útil. La capa amortiguadora, generalmente hecha de esteras de goma o esponjas elásticas, absorbe el impacto del ejercicio, reduciendo la tensión en las articulaciones de los atletas y la transmisión de ruido, creando un entorno de ejercicio más cómodo.