El diseño estructural de los suelos deportivos de madera es fundamental. Es fundamental para garantizar su buen rendimiento y sus funciones deportivas y de protección.
La estructura típica de un suelo deportivo de madera suele constar de tres capas. La capa superior, generalmente de tableros de madera maciza, es la responsable de proporcionar un soporte sólido y una buena resistencia al desgaste. Los atletas realizan diversas acciones sobre el suelo, como correr, saltar y frenar bruscamente. La capa superficial debe soportar una gran fricción y presión. Los tableros de madera maciza de alta calidad pueden resistir eficazmente estas fuerzas externas, reducir el desgaste y garantizar la vida útil del suelo.
La capa intermedia, generalmente de contrachapado de alta densidad u otros materiales reforzados, mejora la estabilidad general y la resistencia a la compresión del suelo. Actúa como los pilares de un puente, proporcionando una base sólida para la capa superficial, evitando que el suelo se deforme o colapse fácilmente bajo cargas pesadas y manteniendo un buen rendimiento deportivo. La capa inferior es una capa amortiguadora compuesta por almohadillas de goma elástica o materiales amortiguadores. Esta es una parte importante que distingue a los suelos deportivos de madera de los suelos de madera convencionales. Su función principal es absorber la fuerza del impacto generada al saltar y aterrizar. Cuando un atleta salta alto y cae con fuerza, la fuerte fuerza del impacto se transmite al suelo a través de las plantas de los pies. Si el suelo no cuenta con buenas medidas de amortiguación, las articulaciones de las rodillas, la columna vertebral y otras partes del atleta estarán sometidas a una presión excesiva, lo que es muy probable que cause lesiones deportivas. La capa amortiguadora del suelo deportivo de madera puede absorber y dispersar la mayor parte de la fuerza del impacto, proporcionando una sólida protección a los atletas y contribuyendo a mejorar su rendimiento deportivo. En baloncesto, voleibol y otros deportes que requieren saltos frecuentes, la elasticidad y la capacidad de amortiguación son especialmente importantes.