Un sistema de suelo deportivo de madera cualificado no consiste simplemente en una sola capa de madera maciza; es un sistema estructural compuesto por cinco o más capas de materiales funcionales, cada una con una función mecánica o ambiental irremplazable.

La capa superior es la capa de superficie deportiva, generalmente de madera dura de alta calidad de 22 mm de espesor (como el arce), con uniones machihembradas de precisión para garantizar la planitud y la resistencia de las juntas. Debajo se encuentra el subsuelo portante, generalmente de madera contrachapada multicapa o tablero OSB de alta densidad de 15-18 mm de espesor, que distribuye las cargas puntuales, mejora la rigidez general y proporciona una base estable para la capa superficial.
A continuación se encuentra la capa de barrera contra la humedad, generalmente de película de polietileno de alta densidad (HDPE) o película compuesta de aluminio de más de 0,2 mm de espesor, que bloquea eficazmente la penetración de humedad del subsuelo de hormigón y evita que la madera se hinche y deforme debido a la humedad. Algunos sistemas de alta gama también incorporan sensores de humedad inteligentes para la monitorización ambiental.
La crucial capa de amortiguación elástica, ubicada en el centro de la estructura, puede estar hecha de almohadillas de goma, tiras de corcho, conjuntos de resortes o espuma EVA. Su función principal es absorber la energía del impacto (la tasa de absorción de impactos debe ser superior al 53%, según la norma DIN 18032), reduciendo la carga sobre las articulaciones de los atletas y garantizando que la deformación vertical se mantenga dentro de un rango seguro de 2,3 a 5,0 mm.
La capa inferior es un sistema de soporte de quilla, generalmente de pino o abeto tratado con conservantes, dispuesto en cuadrícula o en filas paralelas con una separación de ≤400 mm. Algunos sistemas suspendidos utilizan quillas de metal o plástico de ingeniería para mejorar la durabilidad y la adaptabilidad.
