Cada recinto deportivo presenta características y exigencias diferentes, lo que se traduce en requisitos significativamente distintos para los materiales de suelos de madera. Por ejemplo, las canchas de baloncesto y bádminton requieren las siguientes consideraciones clave al seleccionar los materiales.
Los atletas de baloncesto practican deportes de alta intensidad, saltando, deteniéndose y cambiando de dirección con frecuencia. Esto requiere una elasticidad, absorción de impactos y resistencia al desgaste extremadamente altas en el suelo. Por lo tanto, se prefieren las superficies de madera maciza de arce o de compuestos de madera maciza multicapa de arce. La madera de arce tiene una excelente recuperación elástica, lo que le permite recuperar rápidamente su forma original después de un salto, reduciendo el impacto del rebote en las articulaciones. Además, la veta uniforme del arce y la gran suavidad de la superficie garantizan una trayectoria de rebote estable, mejorando la experiencia atlética. Para la capa base, un tablero de fibra de alta densidad de 15-16 mm de espesor es adecuado para una mayor capacidad de carga y la capacidad de acomodar equipos pesados como canastas de baloncesto.
Las pistas de bádminton se caracterizan por deportes de ritmo rápido, donde los atletas suelen correr rápido y realizar pequeños saltos, lo que exige aún más resistencia al deslizamiento, suavidad y aislamiento acústico del suelo. En cuanto a la selección de materiales, la superficie compuesta de madera maciza de roble es la opción ideal. El roble es más duro que el arce, lo que ofrece mayor resistencia al desgaste y capacidad para soportar la fricción frecuente. Además, el roble tiene una textura moderadamente rugosa y su coeficiente de fricción cumple con los requisitos del bádminton, evitando que los atletas resbalen. Para la capa base, se puede optar por un contrachapado multicapa de madera maciza de 12-14 mm de espesor. Su elasticidad y aislamiento acústico superan a los del tablero de fibra de alta densidad, lo que reduce las pisadas durante el juego y crea un entorno de juego más silencioso.
Además, las juntas en los suelos de las pistas de bádminton deben ser mínimas (menos de 0,05 mm) para evitar que las pelotas se alojen en los huecos e interrumpan el juego. Los suelos de las pistas de baloncesto requieren juntas de dilatación para evitar deformaciones debido a las fluctuaciones de temperatura y humedad.