Suelo deportivo de madera para jardín de infancia

Los suelos deportivos para jardines de infancia difieren significativamente de los utilizados en instalaciones para adultos. Requieren consideraciones de diseño especiales basadas en la seguridad, la comodidad y el juego, teniendo en cuenta las características de los niños pequeños, que son de baja estatura, ligeros y con capacidades de autoprotección limitadas. El resultado es un suelo adecuado para las actividades infantiles.

La selección de materiales prioriza la suavidad y el respeto al medio ambiente. Se prefieren las maderas macizas blandas (como el fresno y el pino). Estas maderas tienen una dureza baja (dureza Brinell ≤ 35HB), lo que proporciona cierta amortiguación cuando los niños se caen y reduce las lesiones. Para limitaciones presupuestarias, se puede optar por un suelo compuesto con una capa superior de chapa de pino de 3 mm de espesor y una capa de amortiguación de EVA de 15 mm de espesor. Esta amortiguación proporciona una elasticidad moderada, absorbiendo el impacto de los saltos de los niños sin ser demasiado elástica, lo que podría causar inestabilidad. Todos los materiales deben cumplir con la norma ambiental E0, con emisiones de formaldehído ≤ 0,05 mg/m³. Se deben evitar las pinturas que contienen metales pesados ​​para evitar que los niños ingieran sustancias nocivas al masticarlas.

El diseño estructural prioriza una mayor seguridad. La capa base debe estar cubierta con una almohadilla de espuma resistente a la humedad de 20 mm de grosor para mejorar la amortiguación general. La distancia entre las quillas debe aumentarse a 45 cm y se deben utilizar quillas de pino de 30 mm x 50 mm. La parte superior de las quillas debe estar cubierta con fundas de goma suave para evitar arañazos en los bordes al trepar. El suelo debe unirse mediante juntas a presión, con una separación no superior a 0,3 mm para evitar que los dedos de los niños queden atrapados. Los bordes del suelo deben estar biselados con un radio de ≥8 mm, y se deben instalar tiras de protección blandas de silicona de grado alimenticio de 10 cm de altura alrededor del perímetro del área de juegos para evitar que los niños se caigan en las esquinas y se lastimen.
Los parámetros de rendimiento deben adaptarse a las actividades de los niños. La tasa de absorción elástica se controla entre un 40 % y un 50 %. Si un niño se cae desde una altura de 50 cm, el suelo absorbe eficazmente el impacto y reduce el daño articular. El coeficiente de fricción superficial se incrementa a 0,6-0,7, lo que previene resbalones cuando los niños usan calcetines antideslizantes o zapatos de suela blanda, a la vez que evita que la fricción excesiva obstaculice sus movimientos. El acabado de la pintura debe ser mate antideslizante con un brillo ≤20 grados para evitar el deslumbramiento y proteger la vista de los niños. Además, el suelo debe ser lo suficientemente impermeable como para resistir un breve remojo después de que un niño vuelque un vaso de agua, evitando así la rápida penetración del agua y su deformación.

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