Como instalación de uso frecuente, los suelos de madera deportiva requieren un mantenimiento diario adecuado, lo que repercute directamente en su rendimiento, estabilidad y vida útil. Dominar métodos científicos de mantenimiento puede reducir eficazmente el desgaste, prevenir averías, mantener el suelo en buen estado durante mucho tiempo y reducir los costes de reparación.
Al limpiar, evite errores comunes y siga el principio de «limpieza suave sin dañarlo». Para la limpieza diaria, priorice el uso de una mopa de cerdas suaves y un detergente neutro específicamente formulado para suelos de madera deportiva, diluido 1:100. Esto elimina el polvo y los residuos de sudor de la superficie sin corroer el acabado resistente al desgaste. Evite enjuagar directamente con abundante agua o utilizar limpiadores alcalinos o ácidos (como lavavajillas o detergente para la ropa). Estas sustancias pueden dañar las propiedades antideslizantes del acabado y penetrar en la madera, causando deformación. Para manchas difíciles, como restos de goma de mascar o cinta adhesiva, aplique hielo para endurecer la mancha antes de raspar suavemente con una rasqueta de plástico. Evite rayar o dañar la superficie con herramientas afiladas.
El mantenimiento regular es fundamental para prolongar la vida útil del suelo. Los suelos deben encerarse mensualmente. Utilice una cera sólida específica para suelos de madera deportivos. Aplíquela uniformemente sobre la superficie con un paño limpio. Deje que la cera se seque al aire (aproximadamente de 4 a 6 horas) y luego pula con una pulidora a baja velocidad. El encerado forma una película protectora sobre la superficie del suelo, lo que mejora la resistencia al desgaste y el brillo. Revise trimestralmente las grietas y las juntas de dilatación del suelo con una aspiradora (con boquilla para grietas) para eliminar el polvo y el pelo. Si las tiras de espuma de las juntas de dilatación se deterioran, reemplácelas de inmediato para garantizar una correcta expansión y contracción del suelo y evitar deformaciones por juntas obstruidas.
El control ambiental también es crucial. Los recintos deportivos deben estar equipados con un termómetro e higrómetro para mantener una temperatura entre 15 y 25 °C y una humedad entre el 40 % y el 60 %. Durante los meses húmedos de verano, utilice un deshumidificador para reducir la humedad y evitar que la madera absorba agua y se expanda. Durante los meses secos de invierno, utilice un humidificador para regular la humedad y evitar que el suelo se encoja y se agriete por la pérdida de agua. Las ventanas del local también deben estar equipadas con parasoles para impedir que la luz solar directa llegue al suelo. La exposición prolongada al sol puede causar decoloración de la pintura y grietas en la madera.