Selección de suelo de madera para deportes escolares

Los recintos deportivos escolares se utilizan principalmente para clases de educación física, actividades extraescolares y competiciones a pequeña escala. Los usuarios principales son adolescentes, y los presupuestos son limitados. Por lo tanto, la selección del suelo deportivo debe buscar un equilibrio entre seguridad, durabilidad y rentabilidad, evitando la búsqueda a ciegas de materiales de alta gama o la reducción excesiva de costes.

La selección del material prioriza la seguridad y la durabilidad. Los adolescentes tienden a ser menos conscientes de la autoprotección durante el ejercicio, por lo que el suelo debe ofrecer una excelente absorción de impactos y resistencia al deslizamiento. El suelo deportivo compuesto es una opción ideal: su capa de chapa de 3 mm de espesor se combina con una base elástica de caucho de 8 mm de espesor, que absorbe más del 55 % del impacto y reduce eficazmente la tensión en las articulaciones cuando los estudiantes saltan y aterrizan. La superficie está recubierta con una pintura mate antideslizante, que mantiene un coeficiente de fricción de 0,5-0,6, evitando resbalones incluso cuando los estudiantes sudan durante el ejercicio. Si un centro educativo dispone de suficiente presupuesto, se puede optar por un suelo de roble macizo. El roble es duro y resistente al desgaste, con una vida útil de más de 15 años, lo que lo hace ideal para gimnasios de escuelas secundarias de uso frecuente. Para escuelas primarias o jardines de infancia con presupuestos limitados, un suelo laminado económico con una capa de chapa de 2 mm y una base resistente de 5 mm puede satisfacer las necesidades de los deportes básicos y cuesta un 20 % menos que un suelo laminado de alta gama.

El diseño debe adaptarse a las necesidades deportivas de los alumnos. En primer lugar, elija un color de suelo claro (como roble claro o arce blanco). Los colores claros tienen una alta reflectividad de la luz, lo que ilumina el recinto y reduce la fatiga visual durante el ejercicio. En segundo lugar, el recinto debe estar claramente delimitado. Utilice adhesivo para suelos de diferentes colores para delimitar las zonas de baloncesto, bádminton y gimnasia, lo que facilitará a los alumnos la identificación de las diferentes áreas y evitará colisiones durante el ejercicio. Además, instale un rodapié antideslizante de 5 cm de alto alrededor de los bordes del suelo para evitar que los alumnos tropiecen y se caigan al correr.

La instalación debe priorizar la estabilidad a largo plazo. Los recintos escolares tienen una larga vida útil, por lo que la instalación del piso requiere un estricto control de calidad: al tratar la capa base, se utilizan materiales autonivelantes para garantizar la planitud, con un error de ≤2 mm

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