Un sistema completo de suelo deportivo de madera no se compone simplemente de una capa superficial de madera, sino de una combinación científica de múltiples materiales. Una estructura típica incluye una capa superficial de madera maciza

una barrera antihumedad, un sistema de viguetas, una base elástica y una capa base de hormigón o material de nivelación. La capa superficial suele utilizar tablones de madera dura de 22 mm de espesor, como arce o roble, para absorber directamente el impacto de las actividades deportivas; debajo se coloca una barrera antihumedad para evitar que la humedad ascienda y provoque la deformación de la madera.
El sistema de viguetas es la estructura de soporte principal del suelo deportivo y está disponible en versiones de una o dos vigas. La estructura de una sola viga es económica y práctica, ideal para recintos pequeños y medianos; el sistema de dos vigas, con sus dos capas de viguetas dispuestas en un patrón entrecruzado, mejora significativamente la elasticidad y la estabilidad general, y se utiliza a menudo en recintos de competición profesionales. Se suelen colocar almohadillas o resortes de goma elástica entre las vigas para formar una estructura flotante, que absorbe eficazmente el impacto y reduce el riesgo de lesiones articulares en los atletas. Además, algunos sistemas de alta gama incorporan módulos de absorción de impactos patentados o una base con estructura de panal para optimizar aún más el retorno de energía (normalmente controlado entre el 53 % y el 70 %). Todos los materiales deben cumplir con la norma nacional GB/T 20229-2023 «Suelos de madera para gimnasios» para garantizar la protección ambiental, la resistencia al fuego y el deslizamiento. La combinación científica de materiales y el diseño estructural son la base para lograr los tres objetivos principales de «seguridad, comodidad y durabilidad» en los suelos de madera deportivos.

