Los suelos deportivos de madera presentan un alto grado de estandarización, pero también se pueden personalizar. El grosor del panel suele ser de 18 mm, 20 mm o 22 mm, el ancho suele ser de 60 mm, 70 mm o 90 mm, y la longitud varía de 900 a 2200 mm. Los tipos de unión incluyen junta plana, machihembrada o clic-lock, siendo la machihembrada la más común y previene eficazmente la deformación y la ampliación de las juntas.

La separación entre las vigas suele ser de 400 mm x 400 mm o 600 mm x 600 mm, lo que afecta a la elasticidad general y la capacidad de carga. La altura total del sistema instalado suele estar entre 80 y 150 mm, dependiendo de si se utiliza una estructura suspendida o almohadillas amortiguadoras.
En grandes recintos deportivos, se suelen utilizar diseños modulares para facilitar su desmontaje y reutilización. Los colores incluyen madera natural, marrón claro y rojo oscuro, con posibilidad de personalización mediante recubrimiento UV. Los tratamientos de superficie suelen utilizar laca UV de alta resistencia al desgaste, con acabados mate, semibrillante o brillante.
Es importante destacar que al seleccionar las especificaciones, se deben considerar factores como la altura del edificio, el sistema de calefacción por suelo radiante y las condiciones del drenaje. Los fabricantes profesionales suelen ofrecer estudios in situ y servicios de diseño de soluciones para garantizar que las especificaciones se ajusten a las necesidades reales.

