Los distintos deportes presentan requisitos muy diferentes en cuanto al rendimiento y las especificaciones de los suelos de madera. Elegir especificaciones sin tener en cuenta el contexto del deporte no solo puede afectar a la experiencia de juego

sino también aumentar los riesgos de seguridad. Por lo tanto, las especificaciones de los suelos deportivos de madera deben adaptarse a las características de cada deporte, como el baloncesto, el bádminton y el tenis de mesa, para lograr la mejor adaptación. El baloncesto exige la máxima capacidad de carga y elasticidad del suelo de madera, lo que requiere especificaciones especialmente reforzadas. El grosor de los paneles debe ser de 20 a 22 mm y estar fabricado con madera dura (como el arce). Un panel más grueso resiste mejor el impacto de los saltos frecuentes de los atletas, evitando su rotura. La capa central consta de cinco capas de madera contrachapada maciza de 18 mm de grosor, con una estructura longitudinal y transversal multicapa que mejora la resistencia a la deformación y garantiza la planitud de la pista a largo plazo. La capa amortiguadora utiliza almohadillas de caucho natural de 10 mm de espesor con una tasa de absorción de impactos del 55 % al 60 % y una tasa de rebote del balón ≥92 %, cumpliendo con los estándares de la FIBA. Para el pavimento de las pistas de bádminton, se recomienda un ancho de 80 mm a 120 mm. Las tablas más estrechas tienen juntas más pequeñas, lo que reduce el riesgo de que los balones se atasquen, y la veta es más uniforme, facilitando a los árbitros la observación del juego de pies. El bádminton se caracteriza por movimientos rápidos, paradas repentinas y cambios de dirección, por lo que el diseño debe priorizar el coeficiente de fricción y la planitud. El espesor del panel puede reducirse a 18 mm-20 mm (por ejemplo, con roble o fresno), garantizando un cierto nivel de elasticidad y reduciendo costes. La capa base debe estar compuesta por 3 capas de madera contrachapada maciza de 12 mm a 15 mm de espesor, suficiente para soportar cargas de resistencia media a baja. La capa amortiguadora debe ser de material EVA de 5 a 8 mm de espesor, con una tasa de rebote a compresión ≥90%, para amortiguar eficazmente el impacto sin una elasticidad excesiva que afecte la estabilidad del juego de pies. El coeficiente de fricción debe controlarse con precisión entre 0,5 y 0,55. Por lo tanto, se debe añadir un agente antideslizante de partículas finas al revestimiento del panel para evitar que los jugadores resbalen al detenerse bruscamente. Asimismo, se selecciona una longitud de panel de 600 a 800 mm para acortar la longitud de un solo tablero y reducir el error de planitud causado por la expansión y contracción térmica del tablero, garantizando así la precisión del punto de aterrizaje del volante.

