Control de calidad desde el material base hasta el revestimiento: El rendimiento de los suelos deportivos de madera no depende únicamente de la superficie de la madera; el efecto sinérgico de sus materiales estructurales multicapa es clave para garantizar un rendimiento profesional. Un sistema completo de suelos deportivos de madera suele constar de una capa de desgaste superficial, una capa base, una base elástica y una barrera antihumedad.
La selección y la calidad de cada capa influyen directamente en la estabilidad, la seguridad y la durabilidad del suelo.
Dado que la capa de desgaste superficial entra en contacto directo con los atletas, la selección del material es crucial. Actualmente, el revestimiento antidesgaste más común utiliza resina curable por UV con partículas de óxido de aluminio, con un espesor de 0,15-0,2 mm. Un revestimiento antidesgaste de alta calidad no solo mejora la dureza de la superficie del suelo, sino que también proporciona excelentes propiedades antideslizantes, manteniendo un coeficiente de fricción dentro del rango óptimo de 0,4-0,6 para evitar que los atletas resbalen y minimizar el impacto de la fricción en la movilidad. Además, el revestimiento debe resistir el amarilleo para garantizar un color uniforme incluso después de un uso prolongado.
La capa base es la estructura portante principal de los suelos deportivos de madera y suele estar hecha de contrachapado multicapa o tableros macizos con juntas dentadas. El contrachapado multicapa utiliza un proceso de laminado cruzado, con cada capa de veta de madera alineada perpendicularmente. Esto compensa eficazmente las tensiones de contracción y expansión debidas al secado y la humectación, mejorando así la estabilidad estructural. Su contenido de humedad debe ser consistente con el de la capa superficial de madera para evitar la delaminación debido a las diferencias de humedad. Los paneles de madera maciza con juntas dentadas se construyen a partir de segmentos cortos de madera unidos mediante juntas dentadas. Esto aprovecha al máximo los recursos de la madera, conservando la elasticidad de la madera maciza, lo que los hace adecuados para recintos que requieren alta elasticidad.
La base elástica actúa como el «núcleo amortiguador» de los suelos deportivos de madera, y la elección del material influye directamente en su capacidad de absorción de impactos.