Composición del material y ventajas de los suelos deportivos de madera compuesta

Gracias a los avances tecnológicos, los suelos deportivos de madera compuesta se han convertido gradualmente en una opción popular en el mercado de gama media. Su estructura típica consta de tres capas:

una chapa de madera dura de 3-4 mm de espesor (como arce o roble), una capa intermedia de contrachapado multicapa de alta densidad y una capa inferior de tablero de equilibrio o resistente a la humedad. Esta estructura aprovecha eficazmente los valiosos recursos de la madera dura, a la vez que mejora la estabilidad general mediante procesos de encolado, reduciendo la deformación causada por los cambios de temperatura y humedad. En comparación con los suelos de madera maciza, los suelos compuestos son más económicos, más rápidos de instalar y tienen requisitos de planitud del subsuelo relativamente menos estrictos. Si bien su capacidad de absorción de impactos es ligeramente inferior a la de los sistemas de suspensión de madera maciza, las configuraciones optimizadas de viguetas y almohadillas elásticas pueden satisfacer las necesidades de recintos de competición de menor nivel, como escuelas, gimnasios comunitarios y centros de fitness. Además, algunos suelos compuestos de alta gama han obtenido las certificaciones FIBA ​​o DIN, lo que demuestra que su rendimiento es suficiente para soportar competiciones formales. Para escenarios con presupuestos limitados que requieren seguridad deportiva básica, los suelos deportivos de madera compuesta son la opción ideal.

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