Las especificaciones de los suelos deportivos de madera no son uniformes, sino que se ajustan con flexibilidad según el tipo de recinto, los requisitos de uso y el método de instalación. El grosor estándar de los tableros suele ser de 22 mm, el ancho de entre 60 mm y 90 mm y la longitud de entre 1800 mm y 2200 mm. Los paneles de arce suelen medir 22 × 75 × 1830 mm, lo que facilita el empalme y ofrece buena estabilidad.

En cuanto al sistema de viguetas, las principales suelen tener una sección transversal de 50 × 70 mm o 60 × 80 mm, con una separación de 400 mm a 600 mm; las secundarias son de 30 × 50 mm, colocadas perpendicularmente a las principales. La altura total del suelo técnico suele estar entre 20 mm y 50 mm para acomodar la almohadilla elástica y el espacio de ventilación.
Para recintos de competición a gran escala, se pueden personalizar paneles más gruesos (por ejemplo, de 25 mm) o tratamientos de textura especiales (como un revestimiento UV antirreflejo). En cuanto al color, además del color natural de la madera, se admite el teñido o la pintura en colores competitivos como rojo, azul y verde. Los patrones de incrustación (como el círculo central o la línea de tres puntos) también se pueden personalizar según los estándares de la FIBA o la NBA.
Es importante tener en cuenta que todas las especificaciones deben coincidir con la planitud de la superficie de cimentación del estadio (≤3 mm/2 m), y se deben incluir juntas de dilatación (generalmente de 8 a 12 mm) para evitar la formación de arcos causada por la expansión y contracción térmica. Los fabricantes profesionales suelen ofrecer servicios integrales de medición, diseño, producción e instalación para garantizar la precisión de las especificaciones.

