Una nueva tendencia que equilibra rendimiento y salud: Con la creciente conciencia ambiental y de salud, la selección de revestimientos para suelos deportivos ya no se centra únicamente en la resistencia al desgaste y las propiedades antideslizantes; el rendimiento ambiental se ha convertido en un factor crucial.
Esto es especialmente cierto en recintos como gimnasios escolares y centros de entrenamiento juvenil, donde un gran número de niños y jóvenes participan en actividades diarias. La liberación de sustancias nocivas de los revestimientos afecta directamente a la salud de los usuarios. Incluso los recintos deportivos profesionales deben evitar que los olores desagradables afecten a los atletas y espectadores. Por lo tanto, los revestimientos ecológicos se han convertido en una tendencia clave en el desarrollo de materiales para suelos deportivos, siendo su rendimiento ambiental, rendimiento y cumplimiento normativo criterios cruciales para evaluar la calidad de los suelos.
Los requisitos fundamentales para los revestimientos ecológicos para suelos deportivos son la baja toxicidad y la baja volatilidad, centrándose principalmente en los niveles de sustancias nocivas como el formaldehído, el benceno, el tolueno + xileno y los compuestos orgánicos volátiles (COV). Según la norma nacional obligatoria «Límites de Sustancias Peligrosas en Recubrimientos de Madera a Base de Solventes para Materiales de Decoración y Renovación de Interiores» (GB 18581-2020), los recubrimientos de poliuretano a base de solventes comúnmente utilizados para pisos deportivos de madera deben cumplir con un contenido de formaldehído ≤ 0,1 g/kg, un contenido de benceno ≤ 0,3 g/kg, un contenido de tolueno + xileno ≤ 150 g/kg y un contenido de COV ≤ 600 g/L (capa de acabado). Por otro lado, los recubrimientos de poliuretano a base de agua son más respetuosos con el medio ambiente, con niveles de COV inferiores a 100 g/L, e incluso algunos productos de alta gama pueden alcanzar niveles inferiores a 50 g/L. Además, no contienen sustancias tóxicas como el benceno y el tolueno, y solo contienen trazas de formaldehído, lo que los hace más adecuados para recintos con altos requisitos ambientales.