En los suelos deportivos de madera, la absorción de impactos es un indicador fundamental de su profesionalidad, lo que repercute directamente en la salud y el rendimiento de los atletas. La absorción de impactos se refiere a la capacidad del suelo para absorber el impacto del movimiento humano, reduciendo las fuerzas de reacción en las articulaciones y los huesos. La calidad de este rendimiento depende tanto de la selección del material como del diseño estructural.
Desde la perspectiva del material, el módulo elástico de la madera es crucial. Los paneles de suelos deportivos de madera de alta calidad suelen fabricarse con maderas duras como el arce y el roble, que generalmente tienen un módulo elástico superior a 10 000 MPa. En comparación con la madera blanda, estos paneles pueden deformarse moderadamente al impactar y luego recuperarse rápidamente gracias a su resiliencia inherente, creando un ciclo de «amortiguación-recuperación». Por ejemplo, cuando un atleta aterriza tras un salto de 5 m/s, el panel de arce se deforma entre 2 y 3 mm. En combinación con las almohadillas amortiguadoras inferiores, esto reduce la fuerza del impacto de 1000 N a menos de 300 N, lo que reduce significativamente el riesgo de lesiones de rodilla y tobillo.
El diseño estructural tiene un impacto más significativo en la absorción de impactos. La estructura suspendida convencional logra una amortiguación eficiente mediante múltiples capas de absorción de impactos: el panel superior proporciona la absorción inicial del impacto; las correas intermedias, separadas entre sí por 400-600 mm, proporcionan soporte elástico; la capa inferior de almohadillas amortiguadoras, fabricadas en poliuretano o caucho natural con una densidad de 250-350 kg/m³ y una tasa de rebote de compresión superior al 90 %, disipan aún más la fuerza de impacto residual. Además, algunos estadios de alta gama incorporan almohadillas elásticas entre las correas y el suelo, creando un sistema de doble capa de absorción de impactos, que logra una tasa de absorción de impactos superior al 60 %, cumpliendo con los estándares de certificación de la FIBA.
Las pruebas de rendimiento miden la absorción de impactos mediante dos métricas: la tasa de absorción de impactos y la deformación vertical. Según la norma nacional GB/T 20239-2015, los suelos de madera para deportes profesionales deben tener una tasa de absorción de impactos ≥53% y una deformación vertical de entre 2,3 y 5,0 mm. Para garantizar que su rendimiento cumpla con los estándares, los fabricantes utilizan un probador de impacto de bola, que simula la caída de una bola de acero de 1 kg desde una altura de 1 m. Los sensores monitorizan la deformación y la fuerza del impacto del suelo. Tanto para competiciones profesionales como para entrenamientos diarios, los suelos de madera deportivos con una excelente absorción de impactos proporcionan una barrera de seguridad para que los atletas compitan con confianza.