Selección de suelos deportivos de madera según escenarios

Los requisitos fundamentales para las sedes de competición profesional (como el estadio principal de la CBA y los polideportivos provinciales) son el cumplimiento de las normas internacionales de competición, la seguridad de los atletas y una alta durabilidad. Por lo tanto, el máximo rendimiento es el objetivo principal al seleccionar el suelo.

Selección del material: El arce duro es el material de superficie preferido. Su densidad de secado al aire es de 0,65-0,75 g/cm³, su tasa de recuperación elástica es ≥95 % y su tasa de absorción de impactos es ≥55 %, lo que lo hace ideal para deportes de contacto de alta intensidad. El coeficiente de fricción superficial del arce se mantiene estable entre 0,55 y 0,65, lo que garantiza un movimiento rápido y proporciona un agarre adecuado en frenadas repentinas. Su grano fino y color uniforme crean un efecto visual que cumple con los requisitos de las retransmisiones de eventos.

Estructura: Utiliza una estructura compuesta de capa superficial de madera maciza + capa central de madera maciza multicapa + base de caucho + quilla engrosada. La capa superficial tiene un grosor de 22 mm (2 mm más que el estándar) para una mayor resistencia al desgaste y a los impactos. La capa central utiliza tres capas de madera maciza con juntas cruzadas para mejorar la resistencia a la deformación. La capa de amortiguación utiliza un acolchado de caucho altamente elástico de 15-20 mm de espesor (densidad ≥90 kg/m³) para mejorar aún más la amortiguación. Las quillas tienen un tamaño de 40 mm x 60 mm, con una distancia de instalación reducida a 250-300 mm para garantizar la estabilidad del soporte. Además, se requiere una capa adicional de aislamiento acústico y a prueba de humedad (como un acolchado de polietileno) para aislar la humedad del suelo y reducir el ruido de movimiento (aislamiento acústico aéreo ≥40 dB), lo que mejora la experiencia visual.

Requisitos de rendimiento: Todos los indicadores deben cumplir con los estándares de certificación de la FIBA, incluyendo una tasa de rebote del balón ≥90 % y una emisión de formaldehído ≤0,08 mg/m³ (superior a la norma nacional E1). Se requieren pruebas y certificación por parte de una organización externa de renombre (como SGS). Después de la instalación, se requiere una «depuración a nivel de competencia» para garantizar que la desviación de planitud del piso sea ≤1 mm/2 m y el espacio de empalme sea ≤0,3 mm para evitar afectar la imparcialidad de la competencia.

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