Mucha gente cree que cuanto más grueso es el panel de madera para suelos deportivos, más duradero es.
Esto es un error. Según las normas internacionales, el grosor de los paneles de madera para suelos deportivos suele estar entre 20 y 22 mm, y un grosor mayor no significa necesariamente mejor.
Desde una perspectiva mecánica, un panel de arce de 22 mm de grosor proporciona el rango óptimo de deformación elástica. Cuando un atleta aterriza tras un salto, el panel sufre una microdeformación de 1,2 a 1,5 mm. Esta deformación controlada puede absorber el 30 % de la fuerza del impacto. Si el grosor supera los 25 mm, el panel se vuelve demasiado rígido y la amplitud de deformación cae por debajo de 0,8 mm, lo que reduce la absorción de impactos en un 40 % y aumenta el riesgo de lesiones articulares. Si el grosor es inferior a 18 mm, el panel es propenso a deformarse permanentemente, pudiendo llegar a presentar una abolladura de más de 0,5 mm tras seis meses de uso.
Además, los paneles excesivamente gruesos aumentan el peso total del sistema, superando los 110 kg por metro cuadrado. Esto ejerce una tensión adicional sobre la estructura de la quilla y puede provocar su aflojamiento con el tiempo. Al mismo tiempo, el coeficiente de expansión y contracción térmica de los paneles gruesos es mayor, y cuando la temperatura y la humedad varían, las juntas son más propensas a arquearse o agrietarse.
