La calidad de la instalación de los suelos deportivos de madera influye directamente en su rendimiento y vida útil. Las siguientes consideraciones clave requieren especial atención.
La preparación de la superficie es fundamental. Antes de la instalación, asegúrese de que la superficie sea plana, con un margen de error no superior a 3 mm/2 m. Si la superficie es irregular, lije o nivele. Además, asegúrese de que la superficie esté seca, con un contenido de humedad del 8 % al 12 %. Las superficies húmedas requieren impermeabilización para evitar deformaciones.
El entorno de instalación debe mantener una temperatura y humedad adecuadas, idealmente entre 15 °C y 25 °C, y una humedad relativa del 40 % al 60 %. Durante la instalación, mantenga las puertas y ventanas cerradas para evitar la luz solar directa y el flujo de aire excesivo, y así evitar que la madera se contraiga o expanda debido a las fluctuaciones repentinas de temperatura y humedad.
Las quillas deben instalarse y fijarse firmemente al suelo mediante pernos de expansión. La separación entre los pernos se determina según las especificaciones de la quilla y, por lo general, no supera los 600 mm. Se deben instalar travesaños entre las quillas para mejorar la estabilidad general. Los travesaños deben estar separados aproximadamente 1000 mm y firmemente conectados a las quillas. Al colocar los paneles, deje juntas de dilatación de 8 a 12 mm a lo largo de la pared para evitar que el suelo se deforme debido a las fluctuaciones de temperatura. Los paneles deben estar firmemente unidos, con separaciones no superiores a 0,5 mm. Asegúrese de que la veta esté alineada para garantizar la estética.
Después de la instalación, es necesario lijar y pintar. Lije uniformemente para asegurar una superficie lisa. Para pintar, elija una pintura profesional para suelos deportivos que sea resistente al desgaste y antideslizante. Asegúrese de aplicar una capa uniforme durante la aplicación para evitar burbujas o descuelgues.