La calidad de la instalación de los suelos deportivos de madera influye considerablemente en su eficacia, pero existen muchos malentendidos durante el proceso de instalación que requieren especial atención.

Para ahorrar costes, muchos constructores reducen el número o el tamaño de las quillas, lo que reduce la capacidad portante del suelo y facilita la aparición de problemas como asentamientos y ruidos anormales tras un uso prolongado. El enfoque correcto es seleccionar las quillas estrictamente de acuerdo con los requisitos de diseño, garantizar que el espaciado y las especificaciones cumplan con las normas y realizar pruebas de carga cuando sea necesario.
Ignorar la planitud del suelo durante la instalación también es un gran error. Si el suelo es irregular, el suelo colocado sufrirá tensiones desiguales, la presión local será excesiva y se producirán deformaciones y arqueamientos. Antes de la instalación, el suelo debe nivelarse y comprobarse con un nivel para garantizar que el error de planitud no supere los 3 mm/2 m. Además, muchos trabajadores de la construcción no siguieron estrictamente las especificaciones para reservar las juntas de dilatación al colocar los paneles, ya sea por ser demasiado estrechas o simplemente por no reservarlas. Cuando la humedad ambiental cambia, la expansión y contracción de la madera se ve obstaculizada, lo que puede provocar arqueamientos. Dependiendo de la humedad de las diferentes regiones, las juntas de dilatación generalmente se reservan para 8-12 mm y deben mantenerse completamente en esquinas, columnas y otros lugares.
Algunos equipos de construcción ponen en funcionamiento el suelo inmediatamente después de la instalación, sin darle tiempo a que se adapte al entorno. Los suelos recién instalados deben pasar por un período de estabilización para que la madera se adapte a la temperatura y la humedad interiores. Generalmente, se recomienda dejarlo reposar al menos 7 días después de la instalación antes de su uso.

