Los suelos deportivos de madera tienen diferentes prioridades de mantenimiento según su etapa de uso.
En el primer uso (0-1 año), es necesario controlar estrictamente el uso del personal y el equipo para evitar que objetos afilados rayen el suelo. Realice una limpieza a fondo una vez al mes, utilice un limpiador especial para eliminar manchas, revise la pintura del suelo cada trimestre y repíntelo oportunamente si presenta un ligero desgaste.
En el uso a medio plazo (1-5 años), además de la limpieza diaria, se requiere un mantenimiento profundo anual. Este incluye lijar la superficie del suelo, eliminar arañazos superficiales, repintar para mejorar la resistencia al desgaste; comprobar si la unión entre la quilla y el suelo está suelta, reforzar los tornillos o sustituir las piezas dañadas; y medir el contenido de humedad del suelo para garantizar que se encuentre dentro del rango normal.
Para un uso prolongado (más de 5 años), el suelo se evalúa completamente cada dos años. Si se produce un desgaste o deformación importante, se debe considerar la renovación o la sustitución parcial. Al mismo tiempo, fortalecer la regulación de la temperatura y la humedad en el lugar para evitar que los factores ambientales aceleren el envejecimiento del piso y extender la vida útil general de los pisos deportivos de madera.