El baloncesto es un deporte intenso en el que los atletas saltan con frecuencia, se detienen de repente y giran, lo que exige mucho de la absorción de impactos, la resistencia y las propiedades antideslizantes del suelo.
Una buena absorción de impactos puede proteger las articulaciones de los atletas, una fuerte resiliencia puede ayudar a los atletas a desempeñarse mejor y un buen rendimiento antideslizante puede prevenir resbalones y lesiones.
En bádminton, los atletas se mueven con frecuencia y rapidez, lo que exige grandes exigencias en cuanto a la planitud y la fricción del suelo. Una mala planitud afectará la velocidad de movimiento y la estabilidad del atleta, y una fricción inadecuada puede provocar fácilmente resbalones o pérdida de control.
El tenis de mesa se centra en la fricción y la estabilidad del suelo. Los atletas deben moverse con rapidez y mantener el cuerpo estable al golpear la pelota. Una fricción adecuada puede garantizar que no se resbalen al moverse y un suelo estable puede permitirles ejercer una mayor fuerza.