El rendimiento ambiental de los suelos deportivos de madera está directamente relacionado con la salud de los usuarios y su importancia es evidente. Cuando se trata de garantizar el desempeño ambiental, el primer paso es la selección del material. Si tomamos como ejemplo un conocido estadio deportivo nacional, la madera utilizada para sus suelos de madera deportivos se compra a través de canales formales y el proveedor puede proporcionar informes de pruebas detallados. Los informes muestran claramente que las emisiones de formaldehído y otros
contenidos de sustancias nocivas de la madera son muy inferiores a los estándares nacionales, lo que garantiza que la calidad ambiental se controle desde la fuente.
Durante la etapa de producción y procesamiento, la certificación ambiental de los materiales auxiliares es clave. En la actualidad, muchos fabricantes de pisos de madera deportivos de alta calidad utilizan activamente pegamento sin formaldehído para unir. El uso de este pegamento evita eficazmente el problema de la contaminación del aire en interiores causada por la volatilización del pegamento. Al mismo tiempo, la pintura a base de agua se ha convertido en la opción principal para el tratamiento de revestimiento de superficies. En comparación con la pintura tradicional a base de aceite, el contenido de compuestos orgánicos volátiles (COV) de la pintura a base de agua es significativamente menor. Según datos de pruebas profesionales, las emisiones de COV de la pintura a base de agua son aproximadamente entre un 70% y un 80% inferiores a las de la pintura a base de aceite. Esto no solo reduce significativamente la generación de olores, sino que también reduce en gran medida la contaminación del medio ambiente.
Una vez finalizada la instalación, la prueba de la calidad del aire interior es un paso esencial. Mediante equipos de prueba profesionales, se prueban con precisión las concentraciones de sustancias nocivas como formaldehído y benceno en la habitación para garantizar que todos los indicadores cumplan con los estándares nacionales. Por ejemplo, según la Norma de Calidad del Aire Interior (GB/T 18883-2022), la concentración de formaldehído debe controlarse por debajo de 0,08 mg/m³. Sólo cuando los resultados de las pruebas cumplen con los estándares se puede crear un entorno deportivo seguro y saludable para los usuarios.