Con la creciente popularidad de los conceptos de construcción ecológica, el rendimiento ambiental de los suelos deportivos de madera recibe cada vez más atención. Su respeto al medio ambiente se refleja principalmente en cuatro aspectos: origen de las materias primas, adhesivos utilizados, componentes del revestimiento y emisiones de COV.
En primer lugar, la madera debe proceder de bosques gestionados de forma sostenible y contar con la certificación FSC (Forest Stewardship Council) o PEFC, lo que elimina la tala ilegal. En segundo lugar, los adhesivos utilizados en el contrachapado y los tableros multicapa deben estar libres de formaldehído o ser bajos en formaldehído, como el pegamento MDI y el pegamento de soja, con emisiones de formaldehído que cumplan con el nivel E0 (≤0,05 mg/m³) o estándares superiores (como CARB P2, GREENGUARD Gold).
El revestimiento de la superficie es especialmente crucial. Las pinturas deportivas profesionales deben superar múltiples pruebas, incluyendo las de metales pesados, ftalatos y contenido de COV. Los productos de alta calidad deben tener un contenido de COV inferior a 50 g/L (la norma nacional GB/T 38597-2020 lo limita a 120 g/L) y no deben contener sustancias nocivas como APEO ni TDI. En los 7 días siguientes a la construcción, la calidad del aire interior debe cumplir con los requisitos de la «Norma de Calidad del Aire Interior» (GB/T 18883).
Además, algunos proyectos de alta gama incorporan recubrimientos de iones negativos o aditivos antibacterianos para mejorar aún más los beneficios para la salud. El sistema de suelos también debe ser transpirable para evitar la acumulación de humedad y la aparición de moho.
Es importante tener en cuenta que el respeto al medio ambiente no implica un bajo rendimiento. Muchos fabricantes utilizan tecnologías como la nanomodificación y resinas a base de agua para mejorar la dureza de la película (dureza de lápiz ≥2H) y la resistencia a la abrasión (≥6000 revoluciones), garantizando al mismo tiempo el respeto al medio ambiente. Al comprar, solicite informes de pruebas de terceros (como SGS, CTI) y priorice los productos con certificaciones LEED, WELL y otras certificaciones de construcción sostenible.
Después de todo, los atletas entrenan en el campo durante varias horas al día; la salud y la seguridad del suelo no pueden comprometerse.