El rendimiento de los suelos de madera deportivos depende no solo del material y las especificaciones, sino también de técnicas de instalación profesionales. Un proceso de instalación científico y estandarizado permite aprovechar al máximo las ventajas del suelo, como la estabilidad y la absorción de impactos.
De lo contrario, pueden producirse problemas como deformaciones y ruidos inusuales. La instalación de suelos de madera deportivos consta principalmente de cuatro fases: preparación preliminar, preparación del subsuelo, instalación del sistema y aceptación y puesta en servicio. Cada fase tiene estrictos requisitos técnicos.
Durante la fase de preparación preliminar, la adaptación al entorno es fundamental. Antes de la instalación, la tolerancia de planitud del suelo del recinto debe ser ≤3 mm/2 m (comprobar con una regla de 2 m). Si la tolerancia es excesiva, se requiere un tratamiento de nivelación con mortero de cemento o autonivelante. Además, la temperatura y la humedad del recinto deben mantenerse estables entre 15 y 28 °C, con una humedad del 40 % al 65 %. La ventilación debe mantenerse durante al menos 72 horas para evitar la expansión y contracción del suelo debido a los cambios ambientales. Además, todos los materiales (paneles, quillas y materiales auxiliares) deben llevarse al lugar y dejarse reposar durante 48 horas antes de la instalación para que la humedad de la madera se iguale a la humedad ambiental, reduciendo así el riesgo de deformación tras la instalación.
La preparación del subsuelo es la base de la instalación. Primero, coloque una capa impermeable sobre el suelo con film de polietileno (grosor ≥ 0,3 mm). Las juntas deben solaparse 100 mm y sellarse con cinta adhesiva para evitar la penetración de humedad. A continuación, instale las quillas. Estas deben colocarse verticalmente a una distancia predeterminada (400-600 mm) y fijarse al suelo con pernos de expansión (cada quilla debe tener ≥ 3 puntos de fijación). Después de la instalación, utilice un nivel de burbuja para asegurar que la superficie superior de la quilla esté plana con una tolerancia de ≤ 2 mm/2 m. Para recintos que requieran una mayor absorción de impactos, se deben instalar almohadillas amortiguadoras adicionales entre las quillas y el suelo. Las almohadillas deben coincidir con