Entre los materiales de madera para suelos deportivos, además del arce, el roble, con su excelente relación calidad-precio, se ha convertido en una opción popular para recintos pequeños y medianos, así como para competiciones no profesionales.
El roble, clasificado como madera dura, tiene una densidad de secado al aire de aproximadamente 0,7-0,8 g/cm³, lo que lo hace ligeramente más duro que el arce y más resistente al desgaste. Esto le permite mantener su estado durante más tiempo a pesar del uso frecuente, lo que lo hace especialmente adecuado para recintos con un uso frecuente y presupuestos limitados, como gimnasios escolares y polideportivos comunitarios.
El roble tiene una veta natural recta o diagonal y un color más oscuro, que suele ir del marrón claro al oscuro. Tras pintarlo, crea un efecto visual relajante y elegante, que complementa diversos estilos de decoración. Si bien la recuperación elástica del roble es ligeramente menor que la del arce, con un diseño estructural adecuado, puede satisfacer las necesidades deportivas generales. Por ejemplo, añadir una almohadilla de goma amortiguadora de 10 mm de grosor a la capa base compensa eficazmente la elasticidad inherente del material, logrando una tasa de absorción de impactos superior al 30 %, cumpliendo así con los requisitos de rendimiento para escenarios como la educación física en escuelas primarias y secundarias y las competiciones de baloncesto amateur.
Desde el punto de vista del procesamiento y la instalación, la estructura relativamente estable de la madera de roble y su baja contracción la hacen menos susceptible al agrietamiento y la deformación en entornos sujetos a fluctuaciones significativas de temperatura y humedad, lo que reduce los costes de mantenimiento. Sin embargo, el roble también presenta ciertas limitaciones. Su alta dureza dificulta el procesamiento y requiere técnicas de instalación más meticulosas, especialmente en las uniones de caja y espiga, que requieren juntas ajustadas para no afectar la planitud general del suelo. Además, el color oscuro de la madera de roble requiere un diseño de iluminación o un acabado de pintura claro para complementar el efecto visual luminoso y aireado del recinto. En general, los suelos deportivos de madera de roble ofrecen un buen equilibrio entre rentabilidad y practicidad, lo que los convierte en la opción ideal para recintos de eventos de alta gama no profesionales.