Cada deporte tiene requisitos específicos para los suelos de madera debido a sus características.
El baloncesto, un deporte de alta intensidad y alta confrontación con saltos frecuentes, paradas repentinas y giros, requiere suelos de madera con excelentes propiedades de elasticidad y amortiguación. Una buena elasticidad permite que los balones de baloncesto tengan más del 90% de rebote para satisfacer las necesidades del juego y, al mismo tiempo, amortigua eficazmente el impacto de los atletas al saltar y aterrizar, reduciendo el daño articular. Por ejemplo, los suelos de madera de arce, gracias a su estructura de fibra larga y dureza moderada, proporcionan una excelente elasticidad y amortiguación. Además, en los partidos de baloncesto, los atletas se mueven con rapidez, y el rendimiento antideslizante del suelo es crucial. El coeficiente de fricción debe estar entre 0,4 y 0,7 para garantizar la seguridad de los atletas y la flexibilidad de sus movimientos.
En bádminton, los atletas tienen pasos flexibles y adaptables en la cancha, y la resistencia antideslizante y al desgaste del suelo son extremadamente altas. Debido a la alta frecuencia de uso de las pistas de bádminton, el suelo debe ser resistente al paso frecuente y no desgastarse fácilmente. Además, debe ser antideslizante, incluso con sudoración intensa y humedad, proporcionando una fricción fiable para evitar resbalones. Además, el bádminton es más sensible al ruido, por lo que los suelos deportivos de madera deben absorber bien el sonido, reducir la interferencia de golpes y pisadas, y crear un ambiente de competición tranquilo para los atletas.
El tenis de mesa tiene requisitos estrictos en cuanto a la planitud y estabilidad del suelo. Al ser un deporte rápido, la pelota debe caer con gran precisión. Incluso una pequeña irregularidad en la superficie puede afectar la trayectoria del rebote y la precisión del atleta. Por lo tanto, los suelos deportivos de madera deben ser muy planos, tener una estructura estable y no deformarse fácilmente durante el uso prolongado. Si bien el rango de movimiento de los atletas en tenis de mesa es relativamente pequeño, la frecuencia de movimiento es alta, por lo que la resistencia al desgaste del suel