El proceso de instalación de pisos deportivos de madera es similar a la cimentación de un edificio
lo que determina directamente su rendimiento. Si tomamos como ejemplo la instalación suspendida, este método de instalación, actualmente convencional, permite que el piso y el suelo formen una suspensión mediante la colocación de cojines elásticos y estructuras de quilla. Entre ellos, los cojines elásticos suelen estar hechos de almohadillas amortiguadoras de goma o PVC, que pueden absorber eficazmente hasta el 60% de la fuerza de impacto durante ejercicios de alta intensidad, reduciendo considerablemente el daño a las articulaciones.
La instalación de la quilla también es fundamental. La separación razonable entre quillas se establece generalmente en 400 mm, lo que garantiza que el piso tenga suficiente capacidad de carga y proporcione una buena elasticidad. Si la quilla no se instala de forma plana, provocará una fuerza desigual sobre el piso, una presión excesiva en cierta área y acelerará su deformación. Si los clavos no están firmemente fijados, es fácil que se produzcan ruidos anormales, lo que afecta la experiencia del usuario y la seguridad deportiva. Según las estadísticas, en las reparaciones de pisos causadas por una tecnología de instalación no estándar, los ruidos anormales y los problemas de deformación local representan más del 70%. Una instalación estandarizada no solo garantiza el rendimiento del piso, sino que también prolonga su vida útil en más de 10 años.