Incluso los suelos de madera deportiva de la más alta calidad envejecerán y fallarán prematuramente sin un mantenimiento adecuado.

El mantenimiento diario incluye: eliminación diaria de polvo y arenilla (evitando rayones en el acabado), limpieza semanal con un trapeador ligeramente húmedo (evitando limpiadores corrosivos) y revisiones trimestrales para detectar huecos en las tablas del suelo y vigas sueltas. Se recomienda un proceso completo de lijado y reacabado cada 2-3 años para eliminar rayones y volver a aplicar un acabado duradero, restaurando más del 90% del rendimiento original. Durante la temporada de lluvias, la deshumidificación es crucial (humedad relativa controlada al 40%-60%), y en invierno, evite la exposición directa al calor para prevenir grietas. Arrastrar objetos pesados por el suelo, usar tacones altos o caminar con zapatos con clavos está estrictamente prohibido. Para daños localizados, use una tabla de repuesto del mismo lote para minimizar las diferencias de color. Mantener un registro completo de mantenimiento, documentando la hora y los detalles de cada sesión de mantenimiento, puede ayudar a extender la vida útil del suelo a 15-25 años. Deje el trabajo en manos de profesionales: las inspecciones periódicas realizadas por los técnicos del fabricante original son clave para garantizar el funcionamiento eficiente del sistema a largo plazo.

