El rendimiento de los suelos deportivos de madera depende en parte de los materiales y en parte de la instalación. Un proceso de instalación estandarizado es fundamental para garantizar su funcionamiento estable a largo plazo.

En primer lugar, la preparación del subsuelo es crucial. El subsuelo de hormigón debe ser plano (error ≤3 mm/2 m), seco (humedad ≤10 %) y libre de grietas y manchas de aceite. Si el subsuelo no cumple con las normas, incluso el mejor suelo presentará problemas como huecos y deformaciones.
En segundo lugar, la barrera antihumedad debe estar completamente instalada. Normalmente, se coloca una película de PE de 0,2 mm de espesor, con una superposición de al menos 10 cm, que se extiende hasta las paredes por los cuatro lados para evitar que la humedad del suelo dañe la estructura de madera.
La instalación de las vigas es el paso principal. Las vigas principales suelen estar espaciadas entre 400 y 600 mm, con vigas secundarias que se cruzan perpendicularmente para formar un soporte de rejilla. Las vigas deben recibir un tratamiento anticorrosivo y resistente a los insectos, y nivelarse con cuñas especiales para garantizar un error horizontal total ≤2 mm. Los sistemas de alta gama también incorporan almohadillas de goma elástica o resortes bajo las vigas para una absorción dinámica de impactos.
Los paneles de superficie se colocan con juntas escalonadas, dejando una separación natural de 0,2 a 0,5 mm entre ellos. Se reserva una junta de dilatación de 8 a 15 mm a lo largo de la pared y se cubre con un reborde especial. La fijación se realiza principalmente con clavos ocultos o una combinación de clavos adhesivos para evitar que las superficies expuestas afecten la estética y la seguridad.
Finalmente, tras la instalación, el suelo debe dejarse reposar durante al menos 72 horas para que el adhesivo se seque y la madera se aclimate antes de su uso. Todo el proceso debe ser realizado por un equipo de construcción profesional cualificado y grabado en vídeo. Los detalles determinan el éxito o el fracaso; una instalación meticulosa es la verdadera garantía de la estabilidad absoluta de los suelos de madera deportivos.

