Si bien el material de la superficie de los suelos deportivos de madera es fundamental, la base de soporte de madera maciza es clave para su calidad y durabilidad. Como capa principal y portante, la base debe poseer suficiente resistencia, estabilidad y respeto al medio ambiente para proporcionar un soporte estable y garantizar un entorno de juego seguro y saludable.
Actualmente, las bases de los suelos deportivos de madera se fabrican principalmente con madera contrachapada maciza multicapa o madera maciza con unión dentada. El contrachapado macizo multicapa se fabrica entrelazando varias capas de chapa de madera maciza y prensándolas a alta temperatura y presión. Su excelente estabilidad estructural compensa eficazmente las tensiones de contracción y expansión de la madera durante el secado y la humectación, reduciendo la posibilidad de deformación del material base. Además, la alta resistencia y capacidad de carga del contrachapado macizo multicapa distribuyen uniformemente las fuerzas de impacto generadas por los atletas durante el ejercicio, evitando que la tensión excesiva localizada dañe el suelo. Además, el contrachapado sólido multicapa de alta calidad se fabrica con adhesivos ecológicos, con emisiones de formaldehído muy por debajo de las normas nacionales, lo que crea un entorno de juego saludable para los atletas.
La madera maciza con unión dentada se fabrica uniendo tiras cortas de madera maciza mediante un proceso de unión dentada. Esto conserva las propiedades naturales de la madera maciza, ofreciendo una excelente tenacidad y elasticidad, y proporcionando una sensación de confort. Sin embargo, la estabilidad de la madera maciza con unión dentada se ve significativamente afectada por su contenido de humedad, lo que requiere procesos de secado extremadamente altos durante la producción. Una manipulación inadecuada puede provocar grietas y deformaciones durante el uso.
Al seleccionar un sustrato para suelos de madera deportivos, es importante considerar factores como el grosor, el contenido de humedad y las emisiones de formaldehído. Generalmente, el grosor del sustrato debe coincidir con el grosor de la superficie del suelo para garantizar la estabilidad estructural general; el contenido de humedad debe estar dentro de un rango adecuado para el entorno de instalación, generalmente del 8% al 12%; y las emisiones de formaldehído deben cumplir con los estándares ambientales E0 o superiores para garantizar la seguridad. Un sustrato de alta calidad es esencial para la estabilidad a largo plazo de los suelos de madera deportivos.