La resistencia al deslizamiento es un aspecto crucial de la seguridad de los suelos deportivos, especialmente en deportes como el baloncesto, el bádminton y el voleibol, que requieren carreras frecuentes, paradas repentinas y cambios de dirección.
Una resistencia al deslizamiento inadecuada puede provocar fácilmente resbalones y caídas, lo que resulta en lesiones graves.
La resistencia al deslizamiento de los suelos deportivos se consigue principalmente mediante el revestimiento y la textura de la superficie. Los revestimientos profesionales para suelos deportivos incorporan partículas antideslizantes o emplean fórmulas antideslizantes especiales para crear una superficie moderadamente rugosa, garantizando una fricción adecuada entre el pie del atleta y el suelo sin afectar la movilidad. Actualmente, los revestimientos antideslizantes convencionales utilizan acabados mate o semimate para minimizar el deslumbramiento de la luz solar intensa y mejorar el rendimiento antideslizante.
La textura de la superficie también desempeña un papel clave en la resistencia al deslizamiento. Algunos suelos deportivos utilizan superficies cepilladas o en relieve para crear una estructura texturizada regular. Esta textura aumenta eficazmente la fricción de contacto y, especialmente en condiciones de humedad, reduce el riesgo de resbalones. Además, controlar el contenido de humedad de los suelos de madera deportivos está estrechamente relacionado con su resistencia al deslizamiento. Si el contenido de humedad es demasiado alto o demasiado bajo, el suelo puede deformarse y deformarse fácilmente, lo que resulta en una superficie irregular y afecta indirectamente su resistencia al deslizamiento. Por lo tanto, durante el proceso de producción y construcción, el contenido de humedad de la madera se controla estrictamente para que coincida con la humedad del entorno en el que se utilizará, que suele estar entre el 8 % y el 12 %.
Para garantizar que la resistencia al deslizamiento cumpla con las normas, los suelos deportivos de madera se someten a pruebas antideslizantes antes del envío y después de la instalación. Mediante un comprobador de coeficiente de fricción deslizante, se mide el coeficiente de fricción en la superficie del suelo para garantizar un coeficiente de fricción entre 0,4 y 0,6, cumpliendo con las normas internacionales de seguridad y proporcionando una protección antideslizante fiable para los atletas.