Las especificaciones de los suelos deportivos de madera deben seleccionarse cuidadosamente en función del deporte, el tamaño del recinto y el uso previsto. El grosor, el ancho y el largo son características fundamentales que influyen directamente en la dificultad de instalación, la estabilidad y el rendimiento.
En cuanto al grosor, el grosor total de los suelos deportivos de madera suele oscilar entre 18 mm y 22 mm, con una distribución variable entre las diferentes capas. La lámina superior de un suelo deportivo monocapa de madera maciza suele tener un grosor de 18 mm o 20 mm. Dependiendo del diseño estructural, la lámina base puede combinarse con una quilla de madera de 30 mm a 50 mm, lo que resulta en un grosor total de 80 mm a 120 mm. Por otro lado, los suelos deportivos multicapa de madera maciza suelen tener una lámina superior de 12 mm a 15 mm, una lámina base de 15 mm a 20 mm y, con la capa elástica y la barrera de humedad, un grosor total de aproximadamente 40 mm a 60 mm. La selección del grosor debe adaptarse a cada deporte específico. Por ejemplo, las canchas de baloncesto, que requieren alta elasticidad, suelen optar por una estructura general más gruesa para mejorar la absorción de impactos y la recuperación elástica. Las canchas de bádminton y los gimnasios, por otro lado, requieren menos elasticidad y su grosor puede reducirse adecuadamente para reducir costos.
En cuanto a ancho y largo, los paneles de madera para pisos deportivos suelen tener entre 80 mm y 120 mm de ancho y entre 600 mm y 1200 mm de largo. Los paneles más estrechos (por ejemplo, de 80 mm a 100 mm) ofrecen mayor estabilidad y son menos susceptibles a deformaciones debido a las fluctuaciones de temperatura y humedad, lo que los hace adecuados para recintos grandes o con entornos cambiantes. Los paneles más anchos (por ejemplo, de 110 mm a 120 mm) ofrecen un aspecto más elegante y atractivo visualmente, y son más fáciles de instalar, lo que los hace adecuados para recintos pequeños y medianos. La selección del largo también debe considerar la dirección de instalación del recinto. Generalmente se recomienda instalar el suelo a lo largo del recinto para minimizar las juntas y mejorar la estética y la estabilidad general. Además, algunos recintos especiales también adaptan las especificaciones según los requisitos de diseño. Por ejemplo, un recinto curvo podría requerir cortes especiales, lo que requiere que el fabricante proporcione servicios de procesamiento personalizados para garantizar que el suelo se adapte perfectamente al recinto.