Normas de protección ambiental y pruebas para suelos de madera deportivos

Si bien el rendimiento de los suelos deportivos de madera se centra en el rendimiento, sus estándares de protección ambiental y de prueba son igualmente importantes. Estos factores influyen en la salud de los atletas, así como en la calidad y seguridad del suelo.


Desde una perspectiva ambiental, la clasificación ambiental de los suelos deportivos de madera maciza se basa principalmente en normativas relevantes, como las normas nacionales GB18580 y GB/T 14881. Los suelos deportivos con clasificaciones ambientales más altas presentan emisiones de formaldehído extremadamente bajas, cumpliendo generalmente con los estándares E0 o E1. E0, el estándar ambiental más estricto, exige emisiones de formaldehído inferiores o iguales a 0,5 mg/m³; E1 requiere emisiones de formaldehído no superiores a 1,5 mg/m³. Estos estrictos estándares garantizan una calidad del aire segura en los recintos deportivos y previenen eficazmente que los atletas experimenten molestias o problemas de salud debido a la exposición a sustancias nocivas. Además, durante el proceso de producción, los suelos deportivos deben utilizar adhesivos y revestimientos que cumplan con las normas ambientales nacionales para reducir la liberación de sustancias tóxicas. Esto garantiza la protección del medio ambiente, a la vez que garantiza la durabilidad y la rentabilidad. Los suelos deportivos de madera se someten a rigurosas pruebas que abarcan criterios clave como la resistencia al desgaste, el coeficiente de fricción, la absorción de impactos, la deformación vertical, la planitud y la adaptabilidad ambiental. Para las pruebas de resistencia al desgaste, se utiliza un comprobador de abrasión para probar el suelo bajo una presión y duración específicas y evaluar su capacidad de soportar el desgaste con el tiempo. Para las pruebas de coeficiente de fricción, se utiliza un medidor de fricción para simular las condiciones de deslizamiento experimentadas durante el ejercicio y determinar las características de fricción de la superficie del suelo, garantizando un deslizamiento y un agarre adecuados, garantizando así la estabilidad y la seguridad de los atletas.

Las pruebas de absorción de impactos son cruciales. Las pruebas de caída, con equipos de impacto, miden la capacidad del suelo para absorber energía durante el impacto, reduciendo así el riesgo de lesiones. Para las pruebas de deformación vertical, un comprobador de compresión aplica una fuerza vertical y mide la deformación del suelo, evaluando su capacidad de comprimirse y deformarse verticalmente para garantizar la comodidad y la seguridad de los atletas. Para las pruebas de planitud, se utiliza un nivel láser o electrónico para verificar la planitud de la superficie del suelo, previniendo lesiones causadas por desniveles. Las pruebas de adaptabilidad ambiental utilizan una cámara climática para simular diferentes condiciones ambientales y evalúan la deformación y los cambios de rendimiento del piso en diferentes condiciones de temperatura y humedad para garantizar que el piso pueda mantener un buen uso en diversos entornos.

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