La instalación de suelos deportivos de madera es fundamental para garantizar su buen funcionamiento. Es necesario seguir estrictamente un proceso profesional, que incluye principalmente los siguientes pasos clave:
El primero es el tratamiento del suelo. Antes de la instalación, es necesario inspeccionar completamente el suelo base para garantizar que esté plano, seco y sin grietas. Si el suelo presenta desniveles, se debe pulir y nivelar con mortero de cemento o materiales de nivelación especiales. Al mismo tiempo, se comprueba el contenido de humedad del suelo, que generalmente se requiere inferior al 12 %. En zonas húmedas, se requiere un tratamiento antihumedad. Se puede colocar una película o pintura antihumedad para evitar que el suelo se arquee y deforme posteriormente debido a la humedad.
El segundo paso es la colocación de las quillas. Como estructura portante de los suelos deportivos de madera, las quillas deben estar hechas de madera maciza seca, como pino y abeto. Al colocarlos, colóquelos según la separación diseñada, generalmente de 30 a 40 cm, y fíjelos al suelo con tornillos de expansión para asegurar la firmeza y estabilidad de las quillas. En recintos con mayores requisitos, se colocará material aislante entre las quillas para mejorar el aislamiento acústico y térmico del suelo.
El siguiente paso es la instalación de los paneles. Elija el método de instalación adecuado según el material del suelo. Los suelos de madera maciza suelen unirse con estructuras de mortaja y espiga. Es necesario reservar juntas de expansión durante la instalación para absorber la expansión y contracción térmica de la madera. Los suelos laminados suelen conectarse con uniones de tipo cerradura, que son fáciles de instalar y tienen un buen sellado. Durante la instalación, el panel debe mantenerse plano y los paneles adyacentes deben estar firmemente conectados para evitar huecos o diferencias de altura.
El último paso es el tratamiento de la superficie. Una vez finalizada la instalación, se pule la superficie del suelo para eliminar rebabas y defectos, y luego se aplica una pintura especial para suelos deportivos. La capa de pintura debe aplicarse uniformemente, generalmente de 2 a 3 veces, lo que no solo mejora la resistencia al desgaste del suelo, sino que también mejora el acabado de la superficie y garantiza la seguridad y comodidad de los atletas durante el ejercicio.
Cada paso requiere una operación profesional y un estricto control de calidad de la construcción para garantizar la vida útil y el rendimiento deportivo de los suelos de madera deportivos.