Tras un uso prolongado, los suelos deportivos de madera pueden presentar problemas de rendimiento que afectan la experiencia y la seguridad de los atletas. Es fundamental solucionar estos problemas a tiempo.
La pérdida de elasticidad es uno de los problemas de rendimiento más comunes. Con el aumento del tiempo y la frecuencia de uso, la estructura interna del suelo deportivo de madera puede dañarse gradualmente y las fibras elásticas pueden fatigarse, lo que resulta en una menor elasticidad. Esto impide que los atletas absorban bien la fuerza del impacto durante el ejercicio, aumentando el riesgo de lesiones. Por ejemplo, en los partidos de baloncesto, cuando los atletas saltan y aterrizan, un suelo con poca elasticidad causará un mayor impacto en articulaciones como las rodillas y los tobillos. Para solucionar el problema de la pérdida de elasticidad, primero se debe revisar la estructura del suelo. Si la quilla está suelta, es necesario ajustarla a tiempo; si el material de la capa de amortiguación está envejecido, se puede considerar reemplazarlo, como almohadillas de goma, para restaurar la elasticidad del suelo. Si el envejecimiento general del suelo es grave y no se puede restaurar la elasticidad eficazmente, es posible que sea necesario reemplazarlo por completo. La fricción anormal también es un problema frecuente en los suelos deportivos de madera. Si la fricción es excesiva, dificulta el arranque y los cambios de dirección de los atletas, lo que afecta a su rendimiento deportivo; si es insuficiente, es fácil resbalar y supone un riesgo para la seguridad. La presencia de polvo, manchas o sudor en la superficie del suelo reduce la fricción, lo que puede provocar caídas. Si la fricción es insuficiente, se puede limpiar a fondo el suelo con un detergente para eliminar las impurezas y recuperar su fricción original. En suelos muy desgastados y con poca fricción, se puede considerar un nuevo tratamiento antideslizante, como la aplicación de pintura antideslizante o el uso de agentes antideslizantes profesionales. Si la fricción es excesiva, se pueden utilizar herramientas de lijado adecuadas para lijar ligeramente la superficie del suelo.