El mantenimiento rutinario de los pisos deportivos es esencial para mantener su buen rendimiento y prolongar su vida útil.
En primer lugar, en términos de limpieza, debes utilizar periódicamente una mopa limpia o una aspiradora para limpiar el polvo y los residuos de la superficie del suelo. Evite utilizar limpiadores que contengan productos químicos agresivos que puedan dañar la superficie del piso. Para manchas difíciles, limpie las manchas con un limpiador específico para pisos deportivos.
En segundo lugar, evitar la caída de objetos pesados. Aunque los suelos deportivos tienen un cierto grado de resistencia a la compresión, la caída repentina de objetos pesados puede provocar daños en la superficie del suelo, como abolladuras o grietas. Tenga especial cuidado al levantar objetos pesados, como equipos deportivos.
El siguiente paso es prestar atención a la resistencia a la humedad, especialmente en el caso de suelos deportivos de madera maciza. En temporadas húmedas, mantenga la habitación bien ventilada y utilice equipos de deshumidificación para controlar la humedad interior cuando sea necesario. Si el piso se humedece accidentalmente, se debe tratar a tiempo, por ejemplo, absorbiendo la humedad con un paño seco para evitar que penetre en el interior del piso.
Para suelos deportivos de PVC y suelos deportivos de caucho, evita arañazos por objetos punzantes. En el uso diario, evitar caminar por el suelo con zapatos con clavos.
Además, revise periódicamente las juntas y fijaciones del suelo deportivo. En el caso de pisos montados suspendidos, si se detectan uniones flojas, se deberán volver a montar a tiempo. En el caso de pisos pegados entre sí, si se detecta desgomado, repararlo a tiempo. Realizando bien estas tareas de mantenimiento diario, el suelo deportivo podrá mantenerse siempre en buen estado, proporcionando a los deportistas un entorno deportivo seguro y confortable.