Entre los diversos tipos de madera, el arce duro norteamericano ha dominado durante mucho tiempo el mercado de suelos deportivos de alta gama. Esto se debe a sus excelentes propiedades físicas y estéticas. En primer lugar, el arce tiene una alta densidad (aproximadamente 705 kg/m³)

y una dureza Janka de 1450 lbf, muy superior a la del roble (1290) y el cerezo (950), lo que le permite soportar el tráfico peatonal intenso y el movimiento de equipos sin abollarse fácilmente. En segundo lugar, su estructura de veta recta es uniforme y densa, y su superficie es lisa como un espejo después del pulido, formando una capa protectora altamente resistente al desgaste al combinarse con barniz UV a base de agua. Más importante aún, el arce posee un módulo de elasticidad ideal, que proporciona suficiente soporte a la vez que permite una deformación moderada, absorbiendo eficazmente los impactos de los aterrizajes. Competiciones de primer nivel como la FIBA y la NBA recomiendan el uso de suelos de arce. Además, el arce tiene un elegante color que adquiere un cálido tono ámbar con el tiempo, manteniéndose hermoso con el paso del tiempo. Aunque su precio es superior al del roble o el abedul, su larga vida útil de más de 20 años y sus bajos costes de mantenimiento lo convierten en una excelente opción. Para locales que buscan profesionalismo y una sólida imagen de marca, el arce es sin duda la mejor opción.

