El tratamiento de la superficie de los suelos deportivos de madera no solo afecta a la estética, sino también a la seguridad y la durabilidad. Los procesos más comunes incluyen el barniz curado por UV, el barniz al agua y el recubrimiento de aceite y cera.
El barniz UV tiene una alta dureza, una gran resistencia al desgaste y un secado rápido, lo que lo hace adecuado para lugares de uso frecuente, pero se siente más duro al pisarlo. El barniz al agua es ecológico, inodoro y con buena flexibilidad, preservando el tacto natural de la madera, y se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años. Los recubrimientos de aceite y cera (como el aceite vegetal y la cera de abejas) penetran en las fibras de la madera, ofreciendo una buena capacidad de reparación; los arañazos se pueden lijar parcialmente, pero requieren un mantenimiento regular. El número de capas de recubrimiento suele ser de 3 a 7, con una imprimación que sella los poros y una capa de acabado que proporciona protección. Además, la superficie puede ser mate, semimate o brillante: los acabados mate reducen el deslumbramiento y son adecuados para retransmisiones televisivas; los acabados brillantes ofrecen un aspecto de alta gama, pero son más propensos a rayarse. Al elegir un proceso, se debe considerar la intensidad de uso, la capacidad de mantenimiento y las preferencias estéticas. Independientemente del proceso, la limpieza y los retoques regulares son clave para prolongar su vida útil.
