No todos los suelos de madera para deportes son universales. El baloncesto se centra en el rebote alto de la pelota y la respuesta rápida, lo que requiere arce de alta dureza con un sistema de doble viga; el bádminton requiere amortiguación moderada y resistencia al deslizamiento
a menudo utilizando roble o abedul con un coeficiente de fricción superficial ligeramente superior; las pistas de tenis de mesa necesitan una excelente planitud y baja reflectividad, con un error de junta de los paneles <0,5 mm; los gimnasios, debido a la alta presión de los equipos, requieren una mayor densidad de vigas y un mayor espesor de la placa de carga.
Los estudios de danza prefieren materiales más blandos (como el fresno) para una sensación cómoda al pisar; mientras que la esgrima, el taekwondo y otros deportes requieren superficies antideslizantes y resistentes al desgaste para evitar resbalones o arañazos. Por lo tanto, la selección del material debe adaptarse a cada deporte específico.
Por ejemplo, las pistas de la NBA utilizan arce puro, mientras que algunas pistas de balonmano en Europa utilizan roble debido a su mayor agarre lateral. Las escuelas primarias y secundarias en China suelen utilizar roble, buscando un equilibrio entre coste y durabilidad. Los recintos profesionales deben definir claramente su uso previsto durante la fase de diseño para evitar un enfoque único. Los proveedores también deben ofrecer soluciones específicas en lugar de simplemente aplicar plantillas estándar. Solo adaptando los materiales y la estructura a las características del deporte podremos mejorar realmente la seguridad y el rendimiento deportivo.
